Capítulo 20

650 76 14
                                    

Minnie y Bambam las estaban esperando fuera del hospital dentro del auto de la pequeña (Minnie en el asiento del conductor y Bambam en el del copiloto). El chico parecía estar dormido sobre la ventanilla mientras Minnie sujetaba su mano y cantaba algo que Lisa no fue capaz de escuchar. Golpeó ligeramente la ventana del conductor, obligando a que Minnie la bajara.

—Buenos días, Manoban...

—Minnie, espero que no te moleste... es que... sus amigas... Jisoo y Rosé... las invite a venir.

Minnie solo sonrió a Lisa y luego miró a las tres chicas que estaban detrás de ella. Saludó a Jennie con una sonrisa, y a las otras dos de igual forma.

—Estarán algo apretadas, pero no hay problema alguno —aceptó.

Lisa simplemente asintió y abrió la puerta trasera del auto. Jisoo fue la primera en pasar y presentarse a Minnie. Rosé fue la siguiente.

—Si los culos monumentales de Jen y Lisa ocupan mucho espacio, entonces puedes sentarte en mis piernas Rosie —Jisoo sugirió con media sonrisa.

—¡Jisoo! ¡No voy a sentarme en tus piernas!

—¡¿Por qué?!

—¡Porque aún tienes esa estúpida idea de que somos novias y seguramente tocaras mi trasero! ¡Y a J-Hope no le va a gustar eso!

—Bah J-Hope es un idiota...

—¡Cállate, Kim "Nombre Largo" "Piernas Largas" "Dedos Largos" "Todo Largo" Jisoo!

—Eso quiere decir que te has fijado en mis dedos...

—¡Jisoo! ¡Eso fue asqueroso! —la rubia la volvió a reprender.

—Señor, ayúdalas —Minnie suplicó, apoyando su cabeza en el respaldo del asiento del conductor mirando al cielo a través del vidrio del parabrisas.

Mientras tanto Jennie y Lisa observaban la discusión mientras intentaban contener su risa y se tomaban las manos dulcemente, el dedo pulgar de Lisa acariciando ligeramente los nudillos de Jennie.

—Niñas, dejen de pelear —Jennie les pidió con una sonrisa en el rostro. Lisa recordó que su maestra de preescolar solía decir cosas como aquella todo el tiempo, así que una gran carcajada escapó de sus labios, haciendo que Bambam se removiera en su asiento.

—Duerme —Minnie susurró al odio de su novio, acariciando su mejilla dulcemente, dejando un ligero beso allí.

—Lo siento —Lisa se disculpó, avergonzada. Odiaba perder el control.

—Es mejor que nos vayamos antes de que despertemos a Bambam —Jennie sugirió, sujetando fuertemente la mano de Lisa— Y para que ustedes dos —Señalo a Jisoo y Rosé— dejen de pelear como un par de estúpidas, Lisa va a ir sobre mis piernas. Punto.

Casi de inmediato la sonrisa en el rostro de Lisa se borró y su cabeza comenzó a sacudirse, negándose rotundamente.

—¿Por qué no? —Jennie preguntó mirándola fijamente a los ojos, Lisa apartando su mirada de inmediato, sintiéndose incómoda.

—Soy más alta que tú y... y mi trasero es grande —Lisa susurró avergonzada— No como el tuyo, pero es... es...

—Lisa cree está algo... no algo. Muy... pasada de peso —Minnie explicó a través de la ventanilla del auto, una mueca que Lisa no supo distinguir apareciendo en el rostro de su mejor amiga. Lisa simplemente se encogió de hombros, afirmando que lo que había dicho su amiga era cierto.

—Lisa —Jennie dijo, mirándola de nuevo a los ojos, está vez Lisa manteniendo la mirada. Lo cierto es que amaba como los ojos gatunos de Jennie Kim, podían hacer que su corazón trasplantado y con fallas se acelerara como un caballo que galopa a través de los valles.— Eres increíble ¿Está bien? Tienes un cuerpo increíble, desde tu Kim hasta tus pies. No estás pasada de peso, créeme. Tienes cada kilo donde debe estar. Y aunque lo estuvieses me encantarías, y encantarías a cada persona que te viera... Y no me hagas hablar de tu culo porque...

La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora