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— Date prisa Hao —lo tomé de la mano para alcanzar el autobús.
— Espera, que prisa llevas niña.
Iba a ir a la universidad, quería darle la sorpresa a mis amigos, primero iría a mi salón, ver a Mingyu y también era una excusa para ver a Jeon.
Tomamos el autobús cada que avanzaba me ponía más nerviosa, mis piernas temblaban y mis manos sudaban tanto.
— Tranquila.
— Lo veré otra vez Hao, eso me mata de nervios.
— Yo lo sé y te entiendo, pero debes estar tranquila por qué los nervios te van a jugar mal.
Faltaban dos cuadras para llegar y sentí que me iba a desmayar, Hao pidió bajar y me tomó de la mano, yo daba pasos lentos, no quería entrar, ya no quería hacerlo.
— Vamos, me despertaste temprano para venir, ahora cumple —me empujo por los hombros.
Entramos a la universidad, saludé al vigilante,e estaban en la última clase para salir al descanso, así que primero iremos al que era mi salón y luego a la cafetería, ahí encontraría a mis amigas y a Jimin.
— Ese es mi salón —lo señalé.
— Adelante, toca esa puerta y encuentra al amor de tu vida.
— Hao —reí de nervios.
— Anda, hazlo.
Solté un suspiro y toqué la puerta, la abrieron y me encontré con la maestra Kim, que al verme abrió los ojos como platos y sonrió.
— Hola maestra Kim —dije.
— Tn, qué gustó tenerte aquí.
— También me da gusto estar aquí y poder verla, ¿será que me deja darle una sorpresa a Mingyu?
— Claro, pasa.
— ¿Él también puede pasar? —señalé a mi amigo.
— Oh qué guapo chico, claro que puede.
— Gracias, usted también es muy bella —dijo Hao.
— Gracias —la maestra Kim se sonrojó.
Entré al salón detrás de la maestra Kim.
— Tenemos una visita especial el día de hoy.
— Hola —saludé emocionada, pero Jeon no estaba aquí.
— Tn —gritó Mingyu.
— Hola Mingyu, tanto tiempo.
Se paró de su silla y caminó a mi para abrazarme.
— Te he extrañado tanto pequeña.
— Y yo a ti.
— ¿Puedo pasar maestra?
Escuchar esa voz me hizo erizar la piel, me separé de Mingyu y giré para ver a Jeon, estaba tan guapo, en su brazo tenía más tatuajes, se veía más musculoso, mi corazón latía cada vez más rápido al tenerlo en el mismo lugar.
— Hola Jeon —dije casi en un susurro.
— Hola Tn —se dio la vuelta y caminó a su lugar.
Mi corazón se sintió triste, cuando tomó asiento me miró unos segundos y luego desvió hacia la ventana.
— Tn, allá está una mesa libre, siéntate junto a tu amigo.
— Gracias maestra, vamos Hao.
Nos sentamos en aquel lugar, podía ver a Jeon al otro lado, intentaba poner atención a su clase pero sé que no podía, jugaba con el lápiz y su escritorio, también su lengua jugaba con sus perforaciones del labio.
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Tn está en el mismo sitio que yo, se ve tan hermosa, ese nuevo corte de cabello la hace ver tan linda.
Quiero abrazarla, decirle todo lo que he guardado estos meses, pero esta con su novio, no puedo hacer eso, solo oh a lograr incomodarla en su su relación.
No podía concentrarme, la tenía al otro lado del salón, sentí que ella me miraba y voltee a verla, me sonrió de la manera más dulce posible, volví la vista a la maestra.
Me está matando no ir a abrazarla, besarla, tocarla, el chico a su lado le decía algo y sobaba su cabello, ella solo asentía y sonreía débilmente.
Mingyu me lanzó una bolita de papel y me miró.
"Ya la tienes aquí, no pierdas esa oportunidad, habla con ella"
Solo negué con la cabeza, no lo haré, ella me encanta, la amo, pero dije que si tenía pareja iba a respetarla y me daría por vencido, voy a complot con mi palabra.
Al final la clase terminó, esperé a que todos salieran, pero ella también se quedó junto a ese chico, él le susurró algo y salió del salón, mirándonos a manos.
Me puse de pie para salir pero su voz me detuvo.
— Jeon, espera.
— ¿Que pasa? —me giré para verla.
Sin decir nada camino a mi y al estar cerca me abrazó, no pude negarme, la abracé fuerte, no quería soltarla.
Eres mi maldita perdición.
— ¿Como estás? —preguntó.
— Bien, ¿y tú?
— Bien también —me miró a los ojos y por alguna razón me puse nervioso.
— Estás tan linda —sonreí.
— Y tú estás tan guapo —se rió.
— No tienes idea de lo cuánto te extrañé princesa.
— Y yo te extrañé a ti Kookie.
Volví a abrazarla, hasta que su novio nos interrumpió.
— Tn, ayúdame, me acosan las de tu especie —entró en pánico.
— ¿Las de tu especie? —le pregunté a ella.
— Se refiere a las chicas, Hao es gay.
Abrí mis ojos como platos, todo este tiempo mal interpreté la relación que ellos tenían.
— ¿Eres gay? —le pregunté al chico.
— Si, y déjame te digo que si ella no te quiere, yo si, eres mi tipo —sonrió de lado.
— No, no, a mi si me gustan la especie de Tn —los tres nos reímos por la bobada que dije.
— Quiero ver a mis amigas —dijo o después de parar de reír.
— En la cafetería las encuentras.
Los tres salimos del salón y caminamos a la cafetería, yo le diría si estaban ahí.
