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Al parecer Jungkook si se casó, no me llamó ha llamado y pronto anochecerá en Corea.
Estaba parada en el balcón de mi habitación y veía hacia el campus, y mis lagrimas salieron de repente, hoy había perdido a mi novio.
La voz de mi amiga me interrumpió.
— ¿Iras a clases? —dijo desde la cama.
— Si, ya estoy lista —sequé mis lagrimas y entré a la habitación cerrando el balcón.
Tomé mi mochila y salimos juntas, abajo encontré a Hao, me esperaba con un licuado.
— Artificial pero me gusta —reí.
— Lo sé, pero extraño las leches de plátano y de fresa de Corea.
— También yo, ya se me terminaron las que traje.
— Igual las mías, mucho antes que a ti, mi compañero tomó algunas —hizo un puchero.
Llegamos al salón y tomamos nuestros asientos, la maestra llegó y comenzó su clase, estaba un poco distraída y al decir poco me refería completamente distraída. No me di cuenta la hora en que acabo la clase y en la que había comenzado la otra.
— ¿Tn está poniendo atención?, señorita Tn.
— Tn, te habla el profesor.
— ¿Si? —levante la mirada.
— Si va a estar distraída, salga de la clase.
— No profesor, lo siento.
Traté de poner atención, pero no lograba hacerlo al cien por ciento. En mi mente estaba Jungkook, se había casado, no recibí una llamada de él , ahora seguro ya duerme al lado de su esposa.
Las horas pasaron y salimos finalmente de clases.
— Como te fue hoy —preguntó Helena.
— Un ocio bien.
— ¿Te sucede algo?
— No, todo están bien, ¿te iras de nuevo? —miré qué hacía una maleta.
— Si, pero mañana —sonrió.
— Está bien —sonreí.
🍄
Había pasado una larga noche y al amanecer hice la misma rutina de la semana, bañarme, arreglarme y salir a clases.
A diferencia de anoche, pude dormir un poco más y las ojeras marcadas habían desapareció solo un poco, así que tuve que maquillarme para desvanecerlas.
— Antes de irme con mi novio, quiero que me acompañes al centro comercial, cumple años así que quiero comprarle algo lindo pero no sé qué podría ser —dijo con entusiasmo mi amiga.
— Está bien, nos vemos más tarde.
Me despedí de ella para ir a mi salón de clases, no quería ir, aún no estaba con ánimos de querer salir, pero no podía negarme.
Saludé a Hao como todas las mañanas, pero está vez lo noté algo raro, nervioso, ansioso pero a la vez tenía su sonrisa.
— Hola tú.
— Hola —dijo y finalizó con una sonrisa.
— ¿Te sucede algo? —pregunté.
— Para nada, solo estoy nervioso por.. por que recibí un mensaje de Cheol.
— ¿De verdad?, ¿que te dijo?
— Solo que me extraña pero borré su mensaje, no me interesa hablar con él.
— Deberías hablar con él y arreglar las cosas, tal vez en verdad quiere algo sincero contigo.
— No Tn, pienso que será otra de sus apuestas, ya pasé por eso y sufrí por su culpa.
— Bien, bien, por cierto acompañaré a Helena al centro comercial, ¿quieres venir con nosotras?
— Gracias linda, pero tengo un compromiso más tarde, así que estaré realmente ocupado —sonrió.
— ¿Con un chico? —abrí mis ojos más de lo normal.
— Si, pero no es para lo que tú piensas, yo, yo lo ayudaré con algo de una materia, sabes que si fuera para algo de lo que piensas, serías la primera en saberlo.
— Te creo, entonces compraré algo rico para cenar, te quería pedir que durmieras conmigo, Helena se irá nuevamente con su novio.
— Está noche no creo, pero haré lo posible, ¿si?
— Está bien —bajé la mirada.
— Escucha, haré lo posible por ir a tu habitación, no te pongas triste.
— Sabes que me da miedo dormir sola.
— Lo sé lindas haré lo posible por ir.
Seguimos con la clase y ya me parecía aburrida, el profesor hablaba y hablaba, quería dormir en mi banca.
