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Hace dos días, estuve apunto de cometer el error más grande de mi vida, y al mismo tiempo perdería a Tn que ella es el amor de mi vida, de eso estoy seguro.
Estoy viajando a España, con la ayuda de Hao le daré una sorpresa a mi chica, él me ha dicho que mi princesa ha estado triste, piensa que en realidad me casé, pero no la llamé por qué quería decirlo personalmente.
Hao me dijo que le pediría ayuda a la amiga de Tn, quien también comparte habitación con ella, se la llevaría todo el día para poder llegar a su habitación, Hao irá por mi al aeropuerto.
Estoy a tres horas de llegar según como indica la pantalla de vuelo.
No sé cómo vaya a reaccionar, espero que no se asuste o vaya a llorar, me sentiría di una de esas dos cosas sucede.
Traté de dormir un poco más para no llegar tan cansado.
Pasaron las horas y ya habíamos llegado, el avión estaba aún sobre la pista, hasta que finalmente dejó de avanzar, no traje una maleta enorme, solo una pequeña con varios juegos de ropa solo para el fin de semana que sé aproxima, quiero aprovechar esos días al máximo con ella.
Me adentré a la sala de espera del aeropuerto y vi a ese chico esperándome, resaltaba por su altura y lo saludé al vernos.
— Jeon, qué gusto verte —sonrió.
— Lo mismo digo, ¿cómo estás?
— Ansioso y con miedo.
— ¿Por qué? —reí.
— Ansioso por ver la cara de Tn al verte y miedo por cómo vaya a reaccionar cuando sepa que fui tu cómplice todo este tiempo.
— No creo que pases de la más allá de la muerte —me burlé.
— No es gracioso Jeon —También sonrió— Te iras a mi habitación en lo que llega tu novia, Helena me avisará cuando estén llegando al campus para llevarte a su habitación, me dijo que estaba haciendo lo posible por llegar en la noche, ella solo tomara por su maleta y se irá con su novio.
— Plan perfecto —sonreí de lado.
— Solo no hagan tanto ruido, está permitido que los chicos vayan a las habitaciones de las chicas y viceversa, así que no hay problema con eso, también hice una reservación en el mejor hotel en Valladolid para que pasen un fin de semana romántico, todo pagado como mi regalo de no boda para ti.
— Gracias.
Solo asintió y salimos del aeropuerto para tomar un taxi e ir al campus, le quedé sorprendido de lo bueno que es este lugar, las personas iban y venían, muchas chicas me miraban y sonreían coquetas.
— Eres un rompecorazones —dijo sin mirarme.
— No tengo la culpa de ser tan guapo y estar tan bueno —reí.
— No sé por qué mi amiga está con un chico tan egocéntrico —se rió en forma de burla.
— Tan solo ve todo lo que se come —me paré un segundo para dar una vuelta.
— Por dios Jeon, tienes el ego en alto amigo.
Solo reí por antes dicho y me guió hasta llegar a un edificio, subimos por unas escaleras hasta estar en el segundo piso y después caminamos solo un poco más y me dejó entrar a su habitación.
— Es aquí, si quieres dormir esa es mi cama —la señalo— Puedes preparar comida o si gustas yo puedo hacerlo.
— Gracias Hao, estoy bien así, solo quiero tomar un baño —lo miré.
— Claro, es aquí.
— Gracias amigo.
Busqué mi ropa y entré al baño, necesitaba un buen baño, me sentía cansado y estresado por el vuelo y quería estar lo más despejado posible para ella.
Me vestí y salí del baño con una toalla al rededor de mi cuello.
— ¿Quien eres tu? —me mira un chico, pero no entendía lo que decía.
— Seguro eres amigo de Hao.
Vi la puerta abrirse y entró mi amigo con comida en las manos.
— Lo siento, fui a conseguirte comida, no puedes estar por ahí, Tn puede volver antes y verte.
Ahora se giró para ver al chico y le dijo algo que no entendía muy bien, pero ambos me miraron y aquel chico solo asintió y sonrió.
Comí la comida que me había traído cañonera tan mala pero yo quería comer kimchi, o la comida que hacían para mi en casa.
Pasaron algunas horas, Hao y yo repasábamos el plan, me ocultaría en la habitación de Tn y luego saldría para que me viera, todo era perfecto, solo esperaba que no se asustara tanto, por qué era un echo que se asustaría.
— Es hora, ya están por llegar al campus, sígueme.
Tomé mi maleta y seguí a Hao, ahora nos dirigimos a otro y al estar dentro de la habitación me indicó cual era la cama de Tn.
Dejé la maleta al lado de la cama de Tn, ya estaba oscuro, me asomé un poco por el balcón y tenía una vista a todo el campus.
— Me tengo que ir, están por llegar y si me ven aquí me encontrarán.
— Está bien Hao, gracias por esto.
— No es nada, recuerda no hacer mucho ruido y suerte. —sonrió y salió de la habitación.
Yo no sabía donde esconderme, hasta que escuché abrirse la puerta, de inmediato salí al balcón.
— Descansa Tn, ahora me iré con mi novio, gracias por acompañarme.
— De nada, diviértete con tu novio —escuché la linda voz de mi novia.
— Estarás bien ¿cierto?
— Siempre que te vas preguntas eso —la escuché reír— Y si estaré bien, tal vez Hao venga más tarde.
— Siendo así, me voy.
