32. Extraña sensación.

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Pasaron los días con normalidad, todo seguía como de costumbre.

Yuuji leí todos los días, aburrido.

Sukuna continuaba con su proyecto en el día y por la noche se iba al mismo lugar de siempre hasta el amanecer.

Uraume atendía todo del palacio y siendo alcahueta de Sukuna.

Yuuji los miraba con repudio cuando hablaban, pensaba que ellos se reían de él.
Solamente esperaba pacientemente ese día para poder comenzar con el asunto del divorcio.

Y el día había llegado, todos iban y venían, los invitados se paseaban por las calles disfrutando todo lo que esas tierras ofrecían.

Esa noche sería la reunión de Clanes, el lugar donde sería la reunión estaba listo, estaban con los últimos preparativos.

Yuuji desayunaba mientras escuchaba a Uraume hablarle a Sukuna.

Uraume: El banquete está listo, el lugar también, los asientos fueron bien seleccionados, la seguridad es la apropiada. Su madre ya dió el aviso, la hora será a las 7 pm y la feria también está bien organizada.

Sukuna: La feria no me importa, solo cuentame de la reunión.

Uraume: Sus familiares están listos y su traje como el de Yuuji están listos para ustedes.

Sukuna: Bien, iré con mi madre para revisar todo y de ahí iré al lugar de la reunión.

Uraume: Claro.

Sukuna se levantó de la mesa y miró a Yuuji.

Sukuna: No vayas a llegar tarde, recuerda que seremos el centro de atención, muestra tus buenos modales y espero que ese discurso que des no sea aburrido.

Yuuji no le respondió, solo lo miro seriamente.

Sukuna: Nos vemos en la noche.

Se fue y Yuuji respiro paz, los últimos días casi no hablaba con Sukuna e intentaba evitarlo aunque sabía que pronto lo llevarían con el doctor y al no dar un resultado positivo de embarazo tendría que dormir con Sukuna.

No quería eso, le resultaba asqueroso ser tocado por alguien que se la pasaba afuera en las noches tocando a todo tipo de personas que iban a una cantina horrible a su parecer.

Era Yuuji Itadori un chico de renombre y prestigio, tener que pasar por eso era inaceptable

Debía ser paciente y aguantar, muy pronto sería libre.

Uraume: Joven Yuuji, el señor Satoru Gojo mando una carta donde pide verlo para que revisen su discurso de está noche.

Yuuji: ¿Va a venir aquí?

Uraume: No, quiere que vaya a su residencia.

Yuuji: ¿A qué hora?

Uraume: A medio día, lo acompañará un guardián hacia allá.

Los últimos días Uraume lo mantenía bien vigilado, revisaba sus correos pensando que Yuuji no se daba cuenta de ello.
No tenía problema con todo eso pero llegaría el momento en el que ya no lo soportaría más.

Uraume: Espero que no se demore, debe asearse y vestirse ya sabe que al amo Sukuna le gusta que se vea presentable.

Yuuji: No tardaré, supongo que será algo rápido. No tiene que preocuparse, no planeo engañar a Sukuna.

Uraume no dijo nada pero era obvio que no se esperaba escuchar eso.

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Al medio día, iba en camino hacía la morada de Satoru Gojo, sabía que Satoru no quería revisar el discurso sino lo que quería era verlo a él.

UN ÚNICO ANHELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora