41. Sentimientos Claros.

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Así pasaron dos días más y el día en que regresaría Satoru Gojo llegó, Yuuji estaba emocionado.
Esa mañana Yuuji se había puesto sus mejores ropas y se había maquillado para que Satoru lo viera bien presentable.

Estaba sentado en la sala esperando el momento en el que Satoru lo fuera a buscar.

Uraume: ¿Joven Yuuji, necesita algo?

Yuuji: No, estoy bien gracias.

Uraume: Lleva rato sentado ahí pensé que a lo mejor necesitaba algo.

Yuuji: No necesito nada.

Uraume observó la apariencia de Yuuji, se veía muy bien además de que se había maquillado de manera que no se le notarán los moretones de su rostro.

Uraume: ¿Planea salír?

Yuuji: No.

Uraume: Pereciera que va a salir en cualquier momento.

Yuuji: No lo haré.

Uraume: ¿Seguro?

Yuuji: Si, sigo sin entender porque te metes en nuestros asuntos.

Uraume: Es mi trabajo.

Yuuji: No lo hagas.

Yuuji se puso de pie y empezó a caminar hacia la puerta.

Uraume: ¿A dónde va? ¿Va a salir?

Yuuji: Ahora si y no me moleste.

Yuuji salió del palacio, ya había esperado suficiente e iba a ir a buscar a Satoru, llegó finalmente al hogar de este y tocó la puerta y finalmente lo pudo ver.

Estaba cara a cara con él y su corazón empezó a latir con fuerza.

Satoru: Yuuji.

Este lo abrazó con fuerza.

Yuuji: Pensé que irías a buscarme tan pronto como regresarás.

Satoru: ¿Me estabas esperando?

Yuuji: (Sonrojado) Si.

Satoru sonrió muy feliz y volvió a abrazarlo.

Yuuji: ¿Cómo te fue?

Satoru lo soltó y volteo a ver a Yuta que estaba detrás de él.

Yuta: Pasa Yuuji, toma asiento.

Yuuji entró, se sentó con curiosidad.

Yuta: Yuuji, Satoru apenas llegó, fue un largo viaje.

Satoru: Si pensaba ir a buscarte pero debía hablar con Yuta.

Yuuji: Entiendo.

Satoru: Ahora que estas aquí puedo contarte todo.

Satoru se acercó a Yuuji.

Satoru: Yuuji, mi amado, yo te apoyo en todo y sí lograras obtener tu libertad pero va a tardar algo de tiempo solo debemos esperar.

Yuuji: No creo poder soportar más.

Satoru: Lo sé pero debes ser fuerte.

Satoru se acercó más a Yuuji con su mano lo tomó del mentón y con su pulgar rozó sus labios, mientras Yuuji se perdía en los ojos cristalinos de Satoru.

Satoru sintió como algo se desprendía de los labios de su amado, apartó su dedo y notó un color violeta en aquellos hermosos labios, se asusto.

Satoru: No pensé que tus labios fueran tan delicados, te he hecho un moretón.

UN ÚNICO ANHELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora