Capítulo 10: Cossenova.

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Vera Yarovtov.

Desde que tuve la cita con Cossenova, seguimos frecuentando y hemos tenido unas 16 citas. Es guapo, sí, pero yo... No sé, tengo dos personas clavadas en mi pecho y es extraño.

¿No se supone qué cuándo te enamoras lo haces una solo vez y no dos?

-Solo necesito su firma aquí y aquí- señala el abogado, sacándome de mis pensamientos.

Está mañana mi padre me informó que requería mi presencia en la sala de conferencias, sin imaginarme que era para cederme los establecimientos y acciones que incluyen todas las jaulas. No me cabe la dicha, al fin estoy obteniendo poco a poco lo que quiero lograr.

«El dominio de todo»

Aunque se vea poco comenzar por las jaulas, en realidad es un gran paso, contamos con al menos 479 jaulas al rededor del mundo. Y pienso expandirnos más y el primer lugar donde quiero hacerlo es por latinoamerica.

Estampo mi firma y el abogado recoge los documentos.

-Estaré en contacto con usted, señorita Yarovtov- informa mientras se levanta y se despide estrechando nuestras manos.

-¿Crees estar lista, hija?- inquiere de esa manera que me hace sentir una niña pequeña.

-Lo estoy- afirmo.

-Me alegro, porque te necesito al frente de todo. A fin de cuentas, el año que viene te posicionas como la suprema Yarovtov en la mafia. Aunque tu abuelo siga siendo el máximo.

Asiento emocionada, estoy cumpliendo mis objetivos.

-¿No te da miedo?- continúa -digo, porque cuando eso pase todo el peligro lo vas a correr tú y ni hablar de que a partir de ese momento serás tu por quien vayan cuando quieran destruir a los Yarovtov.

No me da miedo.

Es algo que tengo claro desde hace mucho, que tengo que cuidarme el culo yo sola cuando eso pase.

-Debes buscar tus propios hombres, tus propios escoltas, hombres de confianza que no duden ni por un segundo poner su pecho para proteger el tuyo. Personas que no te traicionen y puedas confiar con los ojos cerrados.

-Me encargaré de eso- es lo único que digo.

Ya tengo una lista de hombres que quieren trabajar para mí cuando tenga el poder, solo debo probar su lealtad y se me esta ocurriendo una idea de hacerlo.

-Porque en este mundo la deslealtad es lo que sobra, asesinos que no dudarán ni por un segundo en dogallarte para tomar tu puesto. Te tocará vivir con la sosobra de que si cierras los ojos alguien puede infiltrarse en tu casa y matarte mientras duermes, es un peligro inminente que sentimos todos los días tu madre y yo, esto no es para cualquier débil que crea que puede. Esto es para personas con cojones que no les tiemble el pulso de pegarle un tiro en la frente a cualquier amenaza.

-¿Quieres asustarme?- niega.

-Al contrario, quiero que estés consiente de que no todo es mandar a matar gente y ordenar que se haga tu voluntad. Es saber moverse, tener inteligencia y saber cuando es buen momento para mover una ficha del tablero, porque si te mueves a la suerte pierdes todo el juego completo. Aquí las cosas no se hacen al azar, Vera, lo sabes. Tiene que estar muy fríamente calculado, porque no solo pierdes tú, tus socios también, se pierde dinero y la jodida mercancía.

-Lo sé papá, siento que estás dudando de mi.

-Jamás te cedería una mierda si tuviera una pizca de dudas sobre ti. Quiero que entiendas y tengas la mente abierta a toda la porquería que hay detrás de todos estos lujos y que no te dé miedo llenarte las manos de sangre o de mierda si sientes que peligras.

Tríada Oscura ©, +21 (Los secretos que nos unen) Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora