Capítulo 25: Par de imbéciles.

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Vera Yarovtov

—¿Estás segura? Los hijos son una gran respons...

—Ya tomé mi decisión— corto a mi padre.

Estoy muy segura de lo que quiero, no tomaría una decisión tan importante a la ligera.

—¿Ustedes están seguros de...?

—Si eso es lo que quiere la rubia, nosotros no tenemos problemas— sonrió con suficiente con la respuesta de mi prometido.

—Igual ya están aquí viviendo con nosotros, solo sería firmar la adopción— dice mi otro prometido.

—Bueno— responde papá resignado.

Se que tal vez le dé desconfianza el adoptar tres niños "desconocidos" y una adolescente, pero me encariñé con ellos y también me da terror que puedan volver a caer en manos equivocadas.

—Podemos darles una custodia temporal, puesto que, aún no están casados y no son una familia consolidada como tal— mis prometidos y yo miramos mal al abogado—. Me refiero a que, ante el gobierno o cualquier otra ente legal, ustedes no son un matrimonio apto para adoptar, por eso es preferible que esperen después de casarse, ya así no habría problemas.

Mi padre saca su arma y le dispara en la cabeza al abogado, haciendo que los chicos y yo demos un respingo.

—Joder, ¿eso a qué?— frunzo el ceño molesta.

—Estaba jodiendo demasiado, ya tienen a los niños viviendo aquí, ¿no es lo mismo?— guarda su arma como si nada.

—Quiero hacer las cosas bien y que mates a mi abogado no me ayuda— me levanto de la silla airada.

—Bueno— Ryan se levanta de la silla estirándose—. Mandaré a limpiar este desastre.

Le tuerzo los ojos.

—¿Qué? Esta vez no fui yo— sube la manos en señal de paz.

—Conseguiremos otro abogado— Kris acaricia mi espalda.

—Quiero un trago— mi papá se levanta y se va hasta el mini bar—¿Quieren uno?— nos pregunta.

Niego molesta todavía.

—Yo si— volteo a ver a Kris—. Nena, no te molestes conmigo.

Ryan me da un beso corto y se va hasta donde está papá.

Los tres se ponen a tomar.

Suspiro y cuando voy a salir Kris me llama haciendo que voltee.

—Solo para asegurarme... ¿no estás molesta con nosotros también, verdad?

Lo fulmino con la mirada.

—Disfruten su trago.

Salgo de mi oficina y me voy al jardín donde los niños se encuentran jugando con una pelota. Me siento en una de las tumbonas y los miro correr y reír.

«Estoy tomando la decisión correcta» sé que si.

Un rato después Sophia se sienta a mi lado y me ofrece una de las dos limonadas que trae, acepto gustosa y ambas nos ponemos a mirar a los niños.

—¿De verdad quieres adoptarnos?— escuchar la voz de Sophia me deja perpleja.

Es la primera vez que lo hace y eso que ya tiene tres semanas aquí.

Me incorporo poniendo la limonada en la mesa y me giro para sentarme y estar frente a frente.

Su rostro es dulce, su cabello castaño cae en cascadas por sus hombros y el vestido de flores la hace lucir hermosa y adorable.

Tríada Oscura ©, +21 (Los secretos que nos unen) Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora