Tríada Oscura ©, +21 (Los secretos que nos unen) Tomo I

EXTRA 1

"Los mejores placeres de la vida,
son los ocultos"

TIPO DE NARRADOR: OMNISCIENTE.

Mientras la ciudad se sumía en sus pecados nocturnos, un trío de amantes disfrutaban los placeres carnales luego de casi perder a su amada rubia. Los tres cuerpos se consumían con una velocidad y una pasión inverosímil, después de pasar por un tortuoso momento decidieron dejar atrás el pasado y aceptar que el amor que los envolvía era más fuerte que cualquier cosa en el mundo. Se habían propuesto con la tarea de amarse sin importar que, y eso hacían, amarse los tres sin tapujos u objeciones, no les importaba en lo absoluto que su relación no estuviera bien vista. De hecho, ya Kris había matado a una persona que los miró de manera acusadora cuando fueron a un restaurante y es que, nadie haría sentir mal a su chica por amar como los amaba.

Para ellos era mejor dejarse envolver por un amor tan grande como el sol, tan grande como el océano, porque ser amados por alguien más es un privilegio, una bendición.

Mientras Kris embestía a Amelyk con fuerza, esta no dejaba de darle atenciones a su otro novio, Kris, quien estaba tan desesperado por su rubia que no podía controlar el toqueteo ansioso por el cuerpo de ella. Amelyk gemía ambos nombres con tanto descaro que esto solo incrementaba el deseo de ambos chicos por tomarla y hacerla sentir como lo que era, suya. Porque ella era suya en su totalidad. Los tres se pertenecían y se consumían con tanta pasión y erotismo que la escena era bastante exquisita, se amaban y se hacían el amor con vehemencia, con deseo. Ellos eran de ella y ella era de ellos. Así lo tenían planeado y así sería por siempre mientras estuvieran vivos...

En otro lado de la ciudad.

En una habitación triste y gris, se encontraba Melissa llorando con desespero porque sentía que estaba sucia y marcada por esos hombres que la tocaron una y otra vez a su antojo. Se sentía sola y sin valor alguno. Mel no quería seguir viviendo, quería acabar con su sufrimiento porque sentía que jamás alguien la aceptaría con todo y el peso que cargaba encima. Sin saber, que, entrando en la habitación, el padre de su mejor amiga, quien últimamente había estado al pendiente de la chica estaba frustrado porque a pesar de darle la mayoría de su atención a la morena, esta seguía igual o peor que cuando despertó y no dijo ni una palabra. Se acercó a ella despacio por detrás y acarició de manera suave su hombro descubierto y la ayudó a levantarse de la esquina de la habitación que estaba a oscuras.

Por un momento se vieron fijamente, los ojos de la morena de un azul pálido se encontraban nublados por las lágrimas y los de Drako la escudriñaban.

Él con suma caballerosidad limpió sus lágrimas y dejó que ella lo abrazara con tanta fuerza que se le hizo imposible no corresponderle y aunque, hasta ese momento ella no había dicho una sola palabra él dejó que ella se desahogara como quisiera. Así que cuando Mel decidió robarle un beso a aquel hombre que por un momento se desconcertó por su acción dejando a Mel expectante y nerviosa, no dudó ni por un segundo en corresponderle logrando que ambos dejaran salir algo que llevaban enterrado en el pecho desde que comenzaron a pasar tiempo juntos.

Drako, siendo un hombre poco cuidadoso arrancó la ropa de Melissa con tantas ansias que ella se sorprendió y se detuvo para preguntarse:

¿Está bien lo que estamos haciendo?

Sin embargo, él no la dejó pensar demasiado porque se fue contra su boca besándola con ganas arrancándole jadeos y gemidos ahogados. Y por primera vez en toda su vida, Melissa había tenido un orgasmo, un rico y delicioso orgasmo a costa del hombre mayor que ella jamás vio como un padre, pero sí como una autoridad imponente, por otro lado, Drako había liberado lo que había contenido desde que entró en el dilema de: es la mejor amiga de mi hija.

Algo que le importó poco, cuando volvió a tomar a la morena una segunda y tercera vez en la noche dejándola exhausta y retirándose de la habitación antes de que ella despertara. No quería mirarla a los ojos y aunque, para él era solo una niña, lo menos que quería hacerla sentir era que se estaba aprovechando de la situación vulnerable de la morena.

Y mientras esto estaba pasando, James, se tomaba todas las botellas que podía de su mini bar sin importarle poco entrar en un coma etílico  porque otra vez había perdido a la rubia. Por lo que maldecía la hora en la que fue a buscar al pelinegro y no a Drako en primer lugar, pero ya lo hecho, hecho estaba. Mientras él se reprochaban su madre veía toda la escena desde la cima de las escaleras, ansiando conocer a la única mujer que había tenido la capacidad de poner a su hijo de esa manera sin tener tanto tiempo de conocerse, quería conocerla, ver como era y reclamarle por haber dejado a su único hijo en tal estado, porque sin saber siquiera su nombre, ya la despreciaba y la odiaba por el simple hecho de hacer tomar e incluso llorar a su hijo de esa manera tan descontrolada.

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Tal vez, tal vez...

Suba unos dos o tres extras, aún no lo sé, pero quiero explicar un poco como se desarrolló la relación entre Drako y Mel.

Mientras tanto, disfruten releyendo🥰

Porque pronto volveré...