Capítulo 4: Buena chica.

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Vera Yarovtov.

Estoy dormida plácidamente cuando unos golpes en el balcón me despiertan de inmediato. Espabilo alerta y restriego mi cara.

Escucho unos balbuceos y un abrupto golpe de un metal.

¿Ahora qué, un maldito ladrón?

Recojo mi cabello en un moño improvisado y busco mi arma que tengo en la mesita de noche por seguridad. Camino sigilosamente hasta el balcón y lo que veo me hace soltar el arma y correr a las puertas del balcón, pero quedo a mitad de camino porque las putas puertas se abren de par en par y el cuerpo que está afuera cae sobre mi.

-Hola, hermosa- acaricia mi mejilla con su pulgar.

Y por la posición me pongo caliente más rápido que un rayo. «Soy una débil mortal que cede ante los caprichos de la carne»

-¿Qué mierda haces aquí? ¿Buscas que te peguen un tiro o qué?

Intento abandonar la posición, pero pone sus grandes brazos a ambos lados de mi cara.

-¿No me extrañaste ni un poquito?- me remuevo como un gusano, pero no logro hacer diferencia.

Este hijo de perra está drogado y en mi habitación, me van a matar.

-No.

-Mentirosa- desperdiga besos por mi cuello, erizándome la piel.

Su colonia invade mis fosas nasales, Dios, huele delicioso.

-Quítate de encima o...

-Sigues amenazando en vano, Barbie.

-Que no me digas así y quítate de una vez.

-No quiero, me gusta está posición.

Sus labios me incitan a besarlo cada vez que gesticula una palabra. Remojo mis labios y su vista cae hasta mi boca.

Mi cara arde y mi corazón vuelve a latir como loco.

Vuelve a verme y sus ojos me tienen como estúpida, estoy cautivada por su mirada tan dominante y por el imán que me pone a desear su cercanía.

-Si quieres que te bese, solo debes pedirlo, Amelyk-susurra.

Otra vez con mi nombre en su boca, ¿De dónde lo sacó?

Caigo en cuentas que puede ser un puto asesino a sueldo, que puede ser el enemigo infiltrándose en mi casa y yo deseando que me clave la verga hasta que llore.

-También puedo hacer eso.

«¿Puede leer mis pensamientos o qué mierda?»

-Apártate.

Una risa ronca proveniente de él, invade el silencio de mi habitación y mientras puedo sentir su cuerpo vibrar con la sonora carcajada y no puedo evitar detallarlo.

-Apártame- reta.

Comienzo a forcejear y en un movimiento rápido agarra mis manos dejándolas arriba de mi cabeza.

-Quieta.

Se acerca despacio y nuestras respiraciones se funden en un delicioso tornado de menta y marihuana.

-Espera...

-Silencio.

-Ryan...

Estampa sus labios hambriento contra los míos en un beso salvaje, agresivo posesivo, donde él lleva el ritmo dominante y no me da tregua. Chupa mi lengua, muerde mis labios y siento que quiere comerme.

Tríada Oscura ©, +21 (Los secretos que nos unen) Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora