Capítulo 17: Que educado.

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⚠️Escribí un mensaje al final
para ustedes⚠️

Ryan Frey.

El castaño tiene tres días sin aparecer y aunque me valga mierda, se que debe estar hecho una furia todavía por la bomba que soltó Drako sin contemplaciones. Y sinceramente tampoco es como que me importe mucho...

Estoy pensando pura mierda.

Tomo un sorbo de agua y cierro el frasco dejándolo en la mesita.

—Hijo de perra.

—¿Tampoco puedo beber agua sin que me convierta en la peor mierda del mundo?

Drako no me mantiene la mirada y voltea ganándome una torcida de ojos.

Una enfermera sale y ambos nos levantamos de inmediato para llegar a ella.

—Por ahora esta estable, pueden entrar un momento.

—Tengo que ver a mi hija— me voy detrás de Drako.

—Solo una visita a la vez, el estado de la paciente es delicado y no queremos que se esfuerce demasiado.

Ambos nos miramos fijamente, en un duelo sin fin de quien entra y quien espera.

—Lo siento, pero iré yo.

Me adelanto sin darle tiempo de rechistar y avanzo por el pasillo hasta que detecto la habitación de la rubia. Se eriza cada vello de mi cuerpo y trago grueso «siento que no estoy listo» el corazón bombeándome a una velocidad alarmante.

Presiento que tendré un jodido infarto.

—20 minutos es lo máximo que puede estar.

Asiento.

La enfermera sigue por el pasillo, hasta que se pierde en el.

Abro la puerta despacio y el aroma a alcohol y antiséptico golpea mi nariz. Llego hasta Amelyk, quien tiene los ojos cerrados, agarro una silla y me siento a su lado de manera cuidadosa.

No se porque siento que tengo demasiado por decirle.

—Hola amor— empiezo tomando su mano, esta helada—. Me has dado el susto más grande de toda mi vida...

No contengo el llanto, ¿para qué? Siempre he sabido que con ella puedo ser yo mismo.

—No sabes cuanto te he extrañado rubia— sonrío con los ojos llenos de lágrimas—. Dime algo, aprieta mi mano, dime que me vaya, que soy un imbécil, dime algo por favor...

Un jadeo involuntario sale de mi y me doy cuenta de lo destruido que me encuentro. «Tienes tanto poder sobre mi» una sonrisa fugaz se me sale.

—Supe que...— siento un nudo en la garganta—. Que íbamos a ser papás— vuelvo a dejar salir las lágrimas—. ¿Por qué no me lo dijiste? Habría dado todo lo que tengo y lo que no tengo por ti... por ese hijo...

Esto es demasiado, hasta para mi que siempre intento mantener una puta coraza. Lloro como un jodido niño pequeño sin importarme nada mientras sigo tomando su mano.

—Vera por favor... te suplico que no me dejes solo. Siempre he estado solo, ya no quiero estarlo más.

Las palabras salen de mi como si hubieran estado tan incrustadas al fondo de mi alma que al salir destruyen todo a su paso, nunca había sido tan abierto con alguien y ahora que por fin lo soy, siento que me la están arrebatando injustamente.

—No quiero vivir sin ti amor, no quiero...

Me tapo la cara con la mano libre e intento contener el llano, pero es inútil. Estoy hecho pedazos.

Tríada Oscura ©, +21 (Los secretos que nos unen) Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora