Lo último que Devony imaginaba que podía pasar sucedió.
Como si el estrés que le provocan sus mentiras no fuera suficiente, ahora tendrá que compartir su tiempo con la única persona en el mundo que parece ser inmune a su encanto: Eiden Holt, su apu...
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—¡Oye! —le grito a Devony, que se aleja con Amy—. ¿Nos vemos en la biblioteca?
—¡Seguro!
La observo mientras sale del gimnasio y noto a Jordan poniéndose a mi lado. Me lanza una mirada y lo que sea que ve en mi rostro le hace reír.
—¿Qué es tan gracioso? —pregunto, con expresión casual.
—¿Te lo digo o te enseño las fotos?
Entrecierro los ojos hacia él a modo de advertencia y me cruzo de brazos.
—¿Qué fotos?
Sus labios se curvan en una sonrisa cómplice y se pega a mí, mostrándome la cámara.
Entonces me enseña una serie de imágenes mías en las que estoy mirando algo embobado, o más bien a alguien.
—Estoy impresionado de que no hayas sido tú quien recibió el pelotazo. Debió gustarte mucho verla saltando con esos pequeñísimos shorts, agitada, sudando y...
—Para, por Dios.
—Oye, no te culpo —dice mostrándome otra fotografía de ella de rodillas sobre la cancha luego de haberle dado a la pelota. Sus muslos se ensanchan más por la posición y tiene una sonrisa satisfecha iluminándole la cara—. ¿Te la enmarco?
—¿Crees que no te vi fotografiando a Amy? —Intento alterarlo.
Jordan sonríe tranquilo.
—Somos vecinos desde hace años, si quisiera algo con ella ya habría pasado.
—Borra todo eso —gruño, poniéndome a caminar.
Me adelanta unos pasos comenzando a caminar hacia atrás, de frente a mí. Encoje los hombros y luego me toma una foto.
—Si necesitas condones antes de ese encuentro en la biblioteca, avísame —dice guiñando un ojo y dándose la vuelta. Me desvío de mi camino para inclinarme a recoger la pelota de voley y se la arrojo a la espalda antes de que abandone el gimnasio.
¿Y qué si la estaba mirando un poco? Fue solo un minuto de distracción pero Jordan quiere hacerlo parecer como que pasé todo el juego enfocado en ella. Jamás lo había hecho antes y no me volverá a pasar, además estamos siendo amigos así que tengo que apartar esos pensamientos sobre esbeltas y largas piernas de mi mente. Por suerte, ella estaba lo bastante atenta al juego como para darse cuenta.
︶꒦꒷♡꒷꒦︶
Estoy en la sala de descanso adelantando la tarea de Historia en mi laptop cuando Kyle se deja caer sobre el sofá, a mi lado, con una bolsa de papitas entre las manos. Sigo concentrado en lo mío hasta que habla.
—Tengo una nueva vecina por la que siempre he estado interesado.
—Como que siempre cuando se supone que... Ay no —musito al entender—. ¿Gwen Davis es tu nueva vecina?
