Capítulo 13: Un poco de honestidad

367 29 6
                                    

Es tan fuerte la sensación agridulce que me invade, que al entrar al hospital olvido qué es lo que estoy haciendo aquí y me dedico a pensar en lo que acaba de pasar en todo ese rato con Eiden

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Es tan fuerte la sensación agridulce que me invade, que al entrar al hospital olvido qué es lo que estoy haciendo aquí y me dedico a pensar en lo que acaba de pasar en todo ese rato con Eiden.

Cuando me gustabas nunca esperé tener algo contigo... Mentira.

El concepto que tienes sobre mí no va a cambiar quien soy... Mentira.

Había dicho esas cosas con tanta facilidad que debía sentirme preocupada, pero no lo estaba.

La realidad era que antes imaginaba muchas cosas con Eiden, cosas suaves y románticas, hasta llegar al punto en el que mirar no fue suficiente, y maldición, estaba por dar ese paso que podría haberlo cambiado todo cuando pasó lo que pasó.

Y en esa misma fecha su concepto de mí me había dado un incentivo para cambiar.  Me obligué a ser alguien menos sentimental, menos romántica, menos ilusa, todo para ser menos patética y ordinaria.

Por fin habíamos mantenido una conversación de verdad, al menos una en la que no hubo sarcasmo ni frases despectivas. Y me gustó. Me gustó darme cuenta de que entre nosotros no todo está tan mal, de que al parecer, no me aborrece tanto como yo creía, de que sigue siendo el chico agradable en el que me fijé alguna vez. Al menos en el fondo lo sigue siendo; y me había quedado con ganas de más.

Estar conviviendo con él empezaba a volverse interesante y una clase de adicción. Y es que, a pesar de que negó cuando le dije que tenía miedo de lo que yo pudiera llegar a sentir, cuando me preguntó si yo no intentaría nada con él, estuve segura de que estaba en lo cierto. Eso me hizo entender un poco, necesitaba arreglar cualquier situación del pasado y hacerle saber que hablaba en serio cuando dije que nada pasaría entre nosotros.

También estuve a punto de preguntarle por qué no podía fijarse en mí. Qué hay en mí que Eiden Holt no puede soportar. Si fueran otras las circunstancias, qué tendría que hacer para que me deseara, para que quisiera envolver sus brazos a mi alrededor y besarme, llamarme su novia, presumirme.

Supongo que la respuesta estaba en un simple: No eres su tipo. Después de todo, Alice, su última novia, era una castaña con una piel bronceada, ojos marrones y con cuerpo curvilíneo.

—Ya estas aquí —Brennan aparece frente a mí en el pasillo en el que llevo caminando desde que llegué. De camino le escribí para contarle lo que pasó y dijo que estaba cerca así que intentaría averiguar qué sucedió.

—¿Dónde está? ¿Qué fue lo que pasó?

—La señora Clarke tiene un brazo roto y recibió un fuerte golpe en la cabeza. Garrett está con ella en una de las habitaciones al igual que su padre. Puedes esperar aquí en lo que él decida salir, no creo que demore.

—Muy bien, voy a esperarlo. ¿Ya tienes que irte?

—Así es. ¿Has hablado con mamá?

—Estaba a punto de... —dejo la frase sin concluir cuando noto que los bolsillos de mi chaqueta están vacíos.

Las inquietudes del corazón ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora