Lo último que Devony imaginaba que podía pasar sucedió.
Como si el estrés que le provocan sus mentiras no fuera suficiente, ahora tendrá que compartir su tiempo con la única persona en el mundo que parece ser inmune a su encanto: Eiden Holt, su apu...
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—Oye, oye, oye, ¿hay una explicación para lo que acabo de escuchar? Porque estoy muy sorprendido.
Jordan se acerca por detrás y pasa un brazo sobre mis hombros. Me suponía que algo como esto iba a venir, pero no pensé que me encontraría tan rápido.
—Devony y tú han hecho las pases —continua—. Vaya, creí que no tomarías en serio mi discurso.
—Hablas incoherencias de nuevo. Además, de que no sé de qué hablas —digo, apartando su brazo.
—Solo digo lo que escuché.
—Creo que otra vez estás imaginando cosas, Jor.
—No, lo oí de la misma Devony, después de la clase de Smith. Mientras te buscaba, por alguna razón terminé en la biblioteca y ella hablaba con Amy sobre eso.
Me detengo un segundo antes de entrar en los vestidores.
—¿Qué es lo que decía? —pregunto, él sonríe de lado y se cruza de brazos.
—Primero, ¿por qué no sabía que pasaste el sábado en su casa?
—Porque eso es irrelevante y además ni siquiera pase... —me interrumpo y continúo mi camino con Jordan detrás de mí—. No sé porque hablamos de ella, y sea lo que sea que hayas escuchado debes haberlo interpretado mal. No hemos hecho las pases.
Cuando estoy frente a mi taquilla, me saco la corbata y empiezo a desabotonar la camisa. No tengo idea de porqué todo ahora parece girar en torno a Devony, pero no me gusta.
—Bueno, yo note algo raro, creo que todos lo hicimos... —Jordan se detiene, buscando qué más palabrería agregar pero no tiene que decir nada más. Entiendo perfectamente a qué se refiere.
Tan solo es un lunes y Smith ya ha hecho de las suyas. Puñetera clase de literatura y sus estúpidos jueguitos también.
Si estar caminando en círculos no me mareaba, tener a Devony detrás insistiendo en saber algo que ni yo sabía, sí lo estaba logrando.
—Basta de charla —digo antes de que mi entrometido amigo pueda decir algo más y me encamino al gimnasio.
︶꒦꒷♡꒷꒦︶
—Necesito que vengas conmigo, ¿tienes algo qué hacer?
Devony me mira como si me hubiese vuelto loco. Y tal vez lo estoy. Nunca pensé que iba a esperarla después de clases.
—Mmm, no, creo que no —dice sin interés mientras se acomoda la mochila en ambos hombros—. ¿Qué quieres hacer?
—Estudiar. Sígueme —paso a su lado y continúo mi camino sin mirar atrás, pero sé que me está siguiendo.
No quiero que comience a pensar cosas que no son, y creo que encontré la manera de mantener las cosas como siempre.
—Puedes... ¿puedes ir más lento? —me pide, poniéndose a mí altura.
