—¿Por qué estás guardando un vestido?
Grito y doy un salto cuando escucho a mi hermano detrás de mí. Giro para verlo en su ropa cómoda de fin de semana, y con una falsa expresión de sospecha en la cara.
—¿Qué haces aquí? —pregunto, con el vestido todavía en mis manos y echo un vistazo al reloj digital sobre mi mesita. Llegó antes.
—Aquí vivía —dice entrando en la habitación y acercándose para espiar en mi bolso sobre la cama—. ¿Qué planes tienes, diablilla? No irás solo a quedarte con Gwen para dormir, ¿verdad? Sé que Willem no está en casa.
Sonrío para mí. Si Willem Davis no estaba en casa y su hija invitaba a sus amigas algo seguramente iba a pasar.
—Adivinaste, meteremos chicos al apartamento y haremos una alocada fiesta donde seguramente dejaré de ser virgen.
Brennan finge un escalofrío.
—Ya, no necesitaba tanta información. ¿Qué están planeando? —indaga, cruzando los brazos.
Extiendo el vestido color esmeralda y lo ondeo frente a él.
—¿Te parece este un vestido para propósitos perversos?
—Es largo, pero tú eres alta y estarás mostrando los hombros.
—Déjate de tonterías. —Me río—. Iré a una boda.
Doy media vuelta y meto el vestido en la bolsa, no tengo que plancharlo y eso es fantástico.
—¿Una boda? Lo único que haces es generarme más preguntas. —Se deja caer sobre mi cama, apoyado contra la cabecera y echa un vistazo alrededor de la habitación—. Papá me habló sobre el chico que metiste en tu habitación para... ¿pintar? Pensé que se refería a otra cosa pero es verdad. ¿Verdad?
—Ay Dios, dime que no estás aquí porque él te mandó a espiarme o algo así.
—Traes un chico a casa, hay otro que dicen que es tu novio y uno más con el que te mensajeas, además de que te ha visto con una sonrisita desde hace semanas —encoge los hombros—, yo solo tengo curiosidad.
—Solo estoy feliz de tener amigos —recalco.
A mi padre no se le pasa nada. No es que me creyera mucho que pase la tarde del miércoles con Gwen cuando aparecí con el uniforme arrugado. Mi error fue usarla como mi tapadera, debí escoger a Amy.
—¿Quieres darme la charla?
—Cielos, no. —Se sienta y me mira—. Así que una boda. ¿Cómo es que estás yendo a una boda a escondidas de nuestros padres?
—No estoy yendo a escondidas, solo omito información que no vale la pena explicar.
—Sí, porque los últimos meses se te ha hecho muy cómodo hacerlo, ¿no? —dice, dejándome muda—. Estás tan feliz que casi no parece que estés ocultándoles algo.
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Las inquietudes del corazón ♡
Teen FictionLo último que Devony imaginaba que podía pasar sucedió. Como si el estrés que le provocan sus mentiras no fuera suficiente, ahora tendrá que compartir su tiempo con la única persona en el mundo que parece ser inmune a su encanto: Eiden Holt, su apu...