CAPÍTULO 41

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Pensábamos que la vida tal y cómo la conocíamos había vuelto. Todo estaba tranquilo, con los chicos jugando al fútbol y conmigo yendo día tras día a entrenar.

Y ahí estábamos un día más, en la sala de reuniones del club, antes de que los chicos salieran al campo a moverse un poco, aunque fuera por mantener la forma física ya que de momento no teníamos ningún partido a la vista.

Les miro con una sonrisa tranquila segundos antes de que el director me la arrebate con su noticia.

-¡Han prohibido el fútbol en todo el país!

Me cuesta procesar lo que dice. Sinceramente me parece tal tontería que en un primer momento suelto una carcajada pero, luego, recuerdo que hay gente que sigue haciendo saltos temporales y que, obviamente, no iban a rendirse tan rápido.

Suspiro y me pongo en pie. Solo de pensar que tengo que volver a tratar con Wunderbot me duele la cabeza.

-No os preocupéis.-intento tranquilizarlos porque se han quedado tan blancos como una pared de yeso.-Podemos arreglarlo. No sé a qué precio, pero se puede.

-Yo sólo puedo cerrar el club de fútbol.-insiste el director.

-¿Usted puede callarse?-le echo una mirada asesina.

Bastante trabajo dan ya los chicos como para que encima me los hunda del todo.

Empiezo a mirar las noticias a través del móvil a toda velocidad. Tanto Twitter como Facebook están plagados de diarios contando las declaraciones del gobierno respecto al fútbol.

La policía se ha encargado de eliminar cualquier objeto que incite a este deporte bajo una quema de ellos. Parecen los nazis cuando quemaron los libros.

Pasan las horas y yo no me separo del móvil ni del portátil, dónde hemos estado atentos a las últimas novedades. Ninguno nos hemos movido de la sede por si acaso mientras esperábamos que Mark y Celia llegasen.

-Ha debido de ser por el amistoso de Japón contra Estados Unidos de hace un mes...-mumuro llevándome una de las manos al mentón.

-¡Ah sí!-exclama Arion.-¡Lo ví en Okinawa!

-¡Fue un partido estupendo!-le sigue JP.

Frunzo el ceño y les miro con pena. Estoy segura de que llevan razón pero, al parecer, en esta realidad no debió de ser tan guay como ellos piensan que fue.

Ojalá pudiera saberlo de primera mano. En ese mes no me había levantado de la cama tampoco.

-Fue suspendido por el juego violento de la selección Japonesa.-dice Wang Chang.

-¿Lo suspendieron?-Arion no puede tener los ojos más abiertos.

-Casi todos los jugadores de Estados Unidos acabaron lesionados.-sigue contando la noticia Gaby.

La verdad es que he visto algunos vídeos y daban ganas de taparse la cara con las manos para no tener pesadillas luego. He visto partidos violentos a lo largo de mi vida, y más siendo hija de Ray Dark, pero nunca algo tan atroz como aquello.

-¡Evidentemente es obra del Dorado!-Wunderbot entra como si nada gritando.

Me pega tal susto que doy un bote y me subo encima de Mark, que me coge casi al vuelto pero con dificultades para no caerse.

-¡Pero bueno!-le grito levantando el puño.-¿No sabes entrar de una manera normal?

-No cabe duda, esa gente ha interferido en el amistoso.-me ignora como quien escucha llover y entra hasta mitad de la sala dando pequeños pasitos con sus diminutas piernas de oso de peluche.-No podemos darle la espalda a esa gente. Ah, por cierto, encantado de conocerte me llamo Wunderbot.

Perdida (Inazuma Eleven GO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora