Perdida (Inazuma Eleven GO)

CAPÍTULO 23

Mark ha decidido hacer caso a Shawn y ser él quien se encargue de desenmascarar el mundo oscuro que conlleva el Sector Quinto. Por ello, el puesto de entrenador ha ido a parar a manos de Jude.

Antes querían tenerme de lleno en el plan y, ahora, no paran de alejarme de él.

Comunicárselo a los chicos no es fácil para nadie, ni para ellos, que se sienten desamparados, ni para nosotros.

Mientras Evans abandona la sala, no puedo evitar sentir lástima por los chavales. Quedarse a las órdenes de Sharp va a ser un cambio radical y muy duro que no sé si van a poder soportar.

Están tan tristes que ni se han dignado a moverse de la sala, a pesar de que mi amigo les ha dicho que ya podían marcharse.

El ambiente es lúgubre, como si se hubiese muerto alguien.

-El entrenador que nos dio el valor para enfrentarnos al Sector Quinto, el que siempre nos apoyó...-apoyo mis manos en sus rodillas, acuclillándome.

-Cariño, no te pongas así.-le pido con dulzura.-Mark volverá. Y, además, nosotros os seguimos apoyando.

Jude sé que lo hace, pero a su modo.

-Creíamos que La Revolución sería un éxito, antes de llegar a la graduación.-le secunda Samguk.

-Pensábamos que podíamos aprender cual era el auténtico fútbol a su lado.

No, si al final el más positivo de este grupo va a ser Eugene. Que manda narices.

Suspiro y me froto la frente mientras me doy un poco por vencida en mi misión de consolarles.

No paran de tener caras largas e incluso de llorar.

-Se ha ido.-afirma Víctor, que es el único que se mantiene sereno.-¿Qué se le va a hacer?

-¿Qué dices, tú?

-No volverá por poneros tristes.

-¡Víctor!-Wang Chang se lanza hacia él, enfadado, pero Subaru lo detiene.

-Sólo digo que, Adrianne está aquí, intentando mantener el espíritu del equipo y vosotros no hacéis nada por la labor.-se encoge de hombros.-Que el entrenador se haya marchado no es fácil para nadie, pero es lo que hay. A ella tampoco le hará gracia, y sigue aquí, apoyándonos. No sólo era Mark quien lo hacía.

Miro a Blade enternecida por sus palabras ya que me está dando el lugar que me corresponde.

Le doy las gracias sin pronunciar palabra y él asiente con media sonrisa.

-Víctor lleva razón, par dieu.-exclama Nishiki, el cual sigue hablando raro.-Tendríamos que sentir más regocijo, ¿verdad, Riccardo?

Ni por esas cambian la cara de muertos que tienen.

Vuelvo a suspirar, levantándome del suelo en el que ya me había sentado, y arreglándome la ropa con las manos.

-Me voy.-tengo el gesto serio, cansada de intentar que se vengan arriba.-Hacer lo que queráis. Si queréis llorar, adelante, me parece muy bien. Pero quiero veros con otra cara en el entrenamiento, no pienso dejar que todo lo que habéis luchado se vaya a la mierda porque Mark haya decidido irse por el motivo que sea.

Antes de que salga por la puerta, Jade comienza a echarle la bronca al samurái de la era moderna.

Salgo a la calle a echarme un cigarro, intentando dejar de lado esa sensación de angustia que me ha provocado estar tanto tiempo metida en la burbuja de pesimismo de los chicos.