CAPÍTULO 24

709 66 23
                                    

Byron no podía controlar el temblequeo de sus manos. Tanto era así que Shawn temió que los dos cafés que llevaba se le cayeran al suelo, armando un buen desastre.

Cuando el rubio dejó ambas tazas en la mesa de la terraza, suspiró aliviado. Tanta tensión no era buena para él.

-Ya sé lo que piensas.-murmuró dejándose caer en la silla, devastado.-Que no debería estar histérico después de haberlo hecho. Pero, lo siento, me siento una persona horrible.

-¿Te sientes horrible por haber aceptado un encargo del Sector Quinto o por no haberle dicho nada a Adri?-Frost aprovechó para darle un sorbo a su café y poner cara de horror.-Que malo está esto. Qué asco.

-Ya te he avisado de que eras demasiado pequeño para que te gustara.-tenía la vista perdida en el cielo azul.

El sol calentaba el cuerpo del dios, haciéndole sentir un poco mejor. Era lo mismo que le pasaba cuando Adrianne le hacía reír.

-¡No te sientes mal por trabajar a favor del Sector Quinto!-exclamó señalándole.

-Pues no.-negó volviéndose a incorporar.-A mí lo que haga el Sector Quinto me la resbala. No es que esté a favor, pero no es mi lucha. Acepté porque no podía ver como ese equipo se deshacía por absurdas riñas entre ellos. Quería enseñarles que discutir no trae nada bueno.

-Tendrías que habérselo dicho cuando tuviste la oportunidad aquella noche.-el albino revolvía el café sin muchas ganas de bebérselo.-Viniste a eso, ¿no?

-Te juro que lo intenté.-se revolvió el pelo por culpa de los nervios.-Pero me miró con esos ojos y... Sólo pude huir. Eso sí que se me da bien.

-Byron Love nunca ha huido.-le recalcó recordándole todas las hazañas que había hecho.-Tienes que contárselo antes del partido, de lo contrario te matará por mentirle.

-No he mentido... He ocultado la verdad, que es diferente.-Shawn miró al rubio con los ojos a media asta y negó.-Vale, le he mentido.

-Muy bien, primero hay que reconocer la culpa.-sonrió y dejó de lado el café de una vez por todas. Era misión imposible.-Luego, puedes reconocer que Adrianne no sólo te pone, sino que te gusta un poquito.

-Me gusta como cualquier amigo.-se encogió de hombros intentando dejar de lado el tema de sus sentimientos.-Soy yo, ¿recuerdas? Yo no tengo sentimientos profundos por nadie.

-Yo soy tu amigo y no te pongo.-rio el otro pensando que era la excusa más cutre de toda la historia.-Puedes mentirte a ti mismo, si quieres.

-Sí, gracias, me gusta esa idea.-señaló para que cerrase el pico.-Y hablando de otra cosa, ¿se lo dijiste a Mark?

-Tranquilo, la he apartado de cualquier situación de peligro con el Sector Quinto.-alzó su pulgar orgulloso de su buen trabajo.-Y, además, Adri siempre está rodeada de los chicos del Raimon. No hay por qué preocuparse.

Love asintió más tranquilo. Su objetivo, aparte de dirigir el Kirkwood, era mantener a Adrianne sana y salva. O eso le había pedido Axel, pero con una pequeña trampa de regalo.

Era conocedor de sus juegos, y no había conseguido engañarle. Sabía que, tarde o temprano, le apartaría de ella.

De todos modos, aceptó.

-Pues como la tenga que defender el sobrino de Silvia vamos a ir apañados... Para cuando quiera atacar, nos la han secuestrado y nos han pedido dos rescates.

A Byron no le cayó bien Arion. Le pareció un chaval cuanto menos irritante, igual que le pasó con Evans en su momento.

-No seas malo. Ese chico es simpático.

Perdida (Inazuma Eleven GO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora