Perdida (Inazuma Eleven GO)

CAPÍTULO 20

Si Axel hubiese querido hacer algo por mí, podría haberme dado las pistas del campo en el que los chicos van a jugar.

Puede que el Sector Quinto alegue que todo lo del tranvía es pura suerte y azar, pero a mí no me engañan. Ya no mandan tarjetas con el resultado final, así que seguramente los equipos que apoyan al Gran Emperador tengan una ventaja.

Observo el campo con detenimiento, fijándome en las turbinas que dan el nombre al campo. No es necesario ser muy listo para saber que todos vamos a acabar con el pelo igual que un nido de cigüeñas.

Suponiéndolo, me recojo el cabello hasta dejármelo bien agarradito en una coleta alta.

-Tener...-comienzo a hablar, pero me callo de golpe.

Mis jugadores ya se han tirado al terreno de juego dispuestos a ganar a la Academia Militar. Siguen sin querer escucharme lo más mínimo.

Michael y Víctor salen a la contra, pero a los otros parece darles bastante igual ya que han hincado rodilla en el suelo.

Las turbinas no tardan en ponerse en marcha, casi nada más empieza el partido. Además, los jugadores del Mar de Luna han cometido un grave error, darme la pista necesaria para saber que esto sigue estando tan manipulado como siempre.

Se han apartado porque eran conocedores de los obstáculos que iban a haber e incluso en que zona deben ponerse para evitar los tornados.

-Se trataba de eso...-Jude mira con la boca abierta el lugar.

-¿Y tú qué te pensabas que eran las turbinas? ¿El sistema de ventilación?-le pregunto con los brazos cruzados.-Pues menos mal que has jugado este Torneo con La Royal varias veces...

-Cambian cada año los campos.-me comenta con tono de niño pequeño picado.

Abro los ojos como platos asustada del desperdicio de pasta que requiere eso.

-Pero... ¿Cuánto dinero tiene esta gente?-que derruir y construir campos de fútbol es carísimo.

-La fortuna de los Sharp es una miseria en comparación a la del Sector Quinto.-sigue con la vista fija en el campo.-Tienen muchas acciones en empresas, un intercambio que beneficia a todo el mundo. Puedes pedirle a Alex que te lo explique.

-No, prefiero que se atragante con su dinero.-escupo sin cuidado de quién me oiga.

Jude sonríe un poco de manera divertida. No sé si mi comentario le hace mucha gracia porque soy capaz de hacerle tragarse los billetes uno a uno como si fuese un cajero automático o que, en cambio, no me cree en absoluto.

La Academia Militar sabe muy bien lo que hace. Siguen unas formaciones marcadas por su capitán, que escucha en todo momento al entrenador que va vestido entre marinero y coronel.

Están usando los tornados en nuestra contra, de forma que les sirve de escudo para que el Raimon no sea capaz de quitarles el balón.

Estoy intentando memorizar la secuencia de tornados, pero son tantos que me cuesta recordar cada cuanto sale y se apaga uno de ellos.

Aitor, a pesar de ser un poquito insufrible, tiene unas características lo bastante buenas para detenerles. Como defensa es de lo mejorcito que ha pisado el Raimon.

Está al nivel de Shawn cuando jugaba con nosotros.

Sólo hace falta que deje atrás ese carácter distante y Gaby confíe en él. Si hay una fisura en las relaciones entre compañeros, podemos dar todo por perdido y volvernos a casa con las mismas.

-Lo que pensaba, los rivales conocen el patrón de los tornados.-comenta mi amigo adoptando una pose de interesante.

Mira que le gusta hacerse el listo...