CAPÍTULO 33

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Veo el desastre que Jude y Mark han creado desde lo alto de la ladera del campo que hay al aire libre cerca de las instalaciones.

Por raro que suene, tras ver como convertían a Arion en capitán, ví que el plan que mi amigo me había recomendado no era tan malo como creía. Ahora soy una simple espectadora del Raimon, y a nadie parece importarle.

Aunque es casi mejor. Tienen la victoria en la mente, y eso es lo que deben hacer. Ganar.

Suspiro mientras los escucho y observo entrenar. El sobrino de Silvia intenta dar órdenes, pero no tiene ningún talento para el liderazgo.

-¿Alguna novedad?-me pregunta Sharp mientras sube las escaleras para quedarse a mi altura.

-Os falta Víctor.-señalo el campo.-Sin un delantero no vais a hacer nada. Y menos con Luciel a la cabeza.

-Que es tu primo.-me soba el hombro con afecto, sabe que no me gusta estar sin darles órdenes.-Eh, anímate. No es para tanto.

-Tampoco habéis hecho bien en ponerle el brazalete a Arion.-pongo los ojos en blanco recordando minutos anteriores.-Miento. He sido yo quien lo ha hecho.

No sabía ponérselo solo y ha recurrido a mí con carita de cachorrito apaleado.

-Dale tiempo. Si algo nos ha demostrado ese chaval, es que aprende a la velocidad del rayo.-parece mentira que él sea la parte positiva de los dos.

-Jude, no tenemos tiempo. Ese es el problema.-alzo los brazos, dejando los papeles encima de mis rodillas.-Se nos acaba el tiempo. Tic, tac. La final está a la vuelta de la esquina y de este modo podemos decirle al señor Hilman que rompa su discurso de victoria.

Jude asiente dándome la razón que merezco. La han cagado, pero bien. Más le vale a Sherwind darse prisa en cogerle el tranquillo a dar voces por el terreno de juego.

-Ven conmigo.-me dice de repente una vez se despierta de haberse pasado unos minutos mirando el horizonte.-Baja con los demás. Tienes que escuchar lo que Mark va a decir.

Le hago caso y me pongo de pie con su ayuda. Aunque vaya a estar sentada en la hierba, no me he bajado de los tacones en ningún momento.

Hago corro con los chicos, los cuales me miran como si fuese un ente.

-Parece que no me habéis visto en vuestra vida.-murmuro.-Por favor, sigo siendo yo.

-No te preocupes, es sólo que andan un poco raros por la situación y esas cosas...-Gaby me mira con una media sonrisa tierna.-Ya sabes que no llevan bien los cambios bruscos.

-¿Y tú sí?

-Usted sigue aquí. No debo preocuparme por nada más que no sea ganar. Sé que nos ayudará con todo, aunque se hayan empeñado en retirarla.

Le devuelvo la sonrisa, pero un poco más guasona.

-Chico listo.-le guiño el ojo.

Sin duda es el más inteligente del grupo.

-Escuchad equipo.-Mark comienza con su charla.-El entrenador del Monte Olimpo, nuestro rival para la final, es ni más ni menos que Alex Zabel.

Podría estar contándome el secreto de la vida, pero no le puedo escuchar.

Mi respiración se ha detenido de un solo golpe y parece que mi estómago se ha reducido al tamaño de mi puño, proporcionándome una presión nada agradable.

Jude me coge de la mano con ternura, sabe que estoy haciendo un esfuerzo por aguantar el tipo y no irme de ahí más rápido de lo que ninguno podrá ser nunca.

Perdida (Inazuma Eleven GO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora