Perdida (Inazuma Eleven GO)

CAPÍTULO 11

Los chicos acuden al partido, pero el aura es de lo más deprimente. Salvo los de siempre, los demás siguen queriendo jugar siguiendo las órdenes del Sector Quinto. Y más el día que Blade va a jugar por primera vez con ellos.

-Comenzáis a aburrirme con el mismo discursito.-les digo sentándome en el banquillo.-¿Tú qué vas a hacer Víctor?

Realmente es el único que me interesa ahora mismo. Los demás sé que tarde o temprano acabarán luchando por lo que es justo.

Con Víctor tengo mis dudas.

Parpadea un par de veces, pero no me da cara. Puedo ir asumiendo que jugará a favor de los contrincantes.

-Vale. Lo que tú quieras.-me encojo de hombros y saco un termo de té.

Será mejor que me prepare para lo que se nos viene encima hoy.

-Arion, ¿qué has decidido?-a Mark, por lo visto, sigue preocupado por la bronca que Michael le echó el otro día al pobre crío.

-Lo he pensado mucho. Mucho, muchísimo. ¡Pero aun así sigo queriendo jugar al auténtico fútbol!-es insistente. Me gusta.-Pero yo solo no puedo. Necesito a los demás. A todos.

-Está bien, no me dejáis otra.-las palabras de Gaby vienen acompañadas de cantos celestiales.-Riccardo, yo también estoy contigo.

-Gracias, Gaby.

La cara se me cambia y me levanto con una sonrisa de oreja a oreja.

-Gracias por honrar el espíritu del Raimon.-les hago una reverencia.-Ahora salir ahí y luchar. Luchar por lo que una vez tuvimos y nos arrebataron.

-No lo olvidéis. Las órdenes del Sector Quinto son cero a uno.-les recuerda Víctor.-Pierde el Raimon.

-Eso porque tú lo digas.-me río y le guiño un ojo.-Trata de jugar bien, no quiero tener que ponerte una nota negativa en el informe.

-Tú no haces informes.-pone los ojos en blanco.

-Hoy sí.-afirmo.-Celia debe descansar.

Observo a Víctor entrar al campo y cómo habla con uno de los integrantes del Poderosa Fe. No parece caerle muy bien tampoco y, a simple vista, a mí tampoco.

Es otro Imperial. El fútbol de ahora es un campo de minas, sino que se lo digan a Sharp y a Samford.

Esos sí que tienen trabajo.

Antes de que pueda volver a aposentar mi culo en el asiento, Blade se deshace de dos de los contrincantes y lanza un pase atrás que acaba convirtiéndose en un gol en propia puerta.

Me esperaba este tipo de juego, pero no que fuese a ser tan rápido.

Me quedo de piedra sujeta al hombro de Mark, que creo que está haciendo un esfuerzo terrible en mantener mi peso.

Apretando la tabla que uso para escribir, me ergo sobre mis piernas. Pienso ver que sucede desde primera línea.

El capitán y los demás que han dicho que iban a jugar de verdad lanzan el contraataque, pero les sirve de muy poco ya que los del Poderosa Fe no tardan en arrebatarles el balón.

Y no es que vayan a jugar, sino que han decidido acabar de verdad con el Raimon.

El primero en llevarse un balonazo es Adé, pero sé que el resto no tardarán en recibirlos.

Me llevo las manos a la boca alarmada ante tal falta. Si nuestros anteriores contrincantes fueron sucios jugando, estos son aún peores.

No me puedo creer que Víctor respalde semejantes comportamientos. Había confiado en él, pensaba que no era como los demás, pero al parecer me había equivocado.