Perdida (Inazuma Eleven GO)

CAPÍTULO 14

El partido comienza y no tardo en ver el gran potencial que tiene el equipo que dirige mi amigo. Son infinitamente más fuertes de lo que un día fuimos nosotros.

Samguk consigue parar un tiro lleno de fuerza, pero dudo que consiga parar otro como ese. Y todos somos conscientes en lo que les gusta a La Royal bombardear al portero.

Defender no es la mejor táctica para combatir al equipo de Jude, pero si dejan de hacerlo lo más probable es que nos saquen ventaja.

Riccardo parece estar empeñado en usar el Trueno Ilimitado, y lo entiendo. Al fin y al cabo, fui yo la que le dije que era lo mejor que podíamos hacer.

No contaba con que fuesen tan sumamente buenos tirando a puerta.

Es arriesgarse. Mucho, pero están dispuestos a hacerlo para conseguir ganar.

-Yo chutaré.-afirma Di Rigo con la vista clavada en mí.

¿Soy yo o quiere demostrarme algo? Tengo que hablar con él urgentemente.

En ese preciso instante mi móvil vibra y desentiendo todo lo que estoy haciendo para mirarlo.

Víctor ha tenido el detalle de contestar.

"Lo tengo todo muy claro." "Déjame ocuparme de lo mío."

No esperaba otra cosa que su carácter falso avinagrado.

Esperar. Esa es la clave, igual que con Axel. Ambos funcionan con el mismo patrón.

Los veo intentarlo por milésima vez en lo que llevan entrenando, y esta vez no es diferente a las anteriores. Riccardo sale despedido hacia atrás obligándome a levantarme preocupada por si se ha hecho daño.

Por suerte, se levanta rapidísimo haciendo que el aire de mis pulmones salga de una maldita vez.

Tiene la oportunidad de marcar, pero el portero lo detiene sin ni siquiera despeinarse.

Giro la cabeza como si así supiera que habla David con Sharp. Algo deben tener en mente y así me lo confirma Samford cuando lanza la Operación Delta Tres.

Cambian la formación, lo que me hace inclinarme sobre mí misma. Van a jugar de banda a banda dejando a nuestro capitán sin poder hacer juego porque los demás están en la línea defensiva.

Sé que no voy a tardar en ver un gol en nuestra contra. Lo percibo desde hace rato.

Da igual cuantas veces lo hagan, siempre acaban del mismo modo. Riccardo sale despedido y yo me pongo en pie muerta de preocupación.

-Le voy a decir que deje de intentarlo.-le comento a Mark llegando a su altura.-Hice mal en mandarle practicar.

-No.-niega lentamente con la cabeza.-Les has hecho creer que pueden conseguirlo. Y eso era difícil para algunos.

-Va a acabar lesionado si no le freno.-insisto.

-Nadie se va a lesionar. Ha aprendido a caer, fíjate bien.-me pide.-Sé que estás preocupada por él desde hace días, pero tienes que dejarle. Así se aprende, y tú más que nadie lo sabes.

Me vuelvo a sentar como una niña pequeña cuando es regañada y mantengo la boca cerrada.

Puede que lleve razón, pero me voy a preocupar siempre por cualquier cosa que pueda sucederles.

Los chicos dan todo de ellos para defender, pero así no pueden atacar. Deben dejar de proteger la portería para poder chutar.

Escucho cómo los chicos de La Royal llaman "comandante" a Jude. Algo que me deja helada y me da ganas de arrancarle una pierna y luego golpearle con ella.