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Nada más llegar al hospital, Steve obliga a Astrid a ir al baño para lavar sus manos, que estaban impregnadas de sangre seca

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Nada más llegar al hospital, Steve obliga a Astrid a ir al baño para lavar sus manos, que estaban impregnadas de sangre seca. Después de llamar a Natasha por teléfono, se dirigen hacia la pared de cristal desde la que se veía la operación de Nick Fury.

Astrid miraba atentamente como los médicos se movían de un lado a otro. A su lado, Steve alternaba su mirada de la mujer a la operación. En el tiempo que llevaba conociendo a Astrid sabía que a pesar de ser alguien muy expresiva con las palabras, odiaba mostrar sus sentimientos.

— ¿Saldrá de esta? — pregunta notando la mirada del Capitán en ella.

— No lo sé. — responde el rubio notando como Natasha llegaba hasta ellos.

— Háblame del tirador. — dice Romanoff sin dejar de mirar al frente.

— Es rápido y fuerte. — responde Steve. —Tiene un brazo de metal.

Es entonces cuando María Hill llega junto a ellos con su tablet en la mano.

— ¿Balística?

— Tres proyectiles, sin estriado, es irrastreable. — explica Hill.

— De origen soviético. — concluye Natasha.

— ¿Cómo lo sabes?

La pregunta de Astrid queda en el aire cuando desde detrás del cristal, comienzan a sonar los pitidos que controlaban el corazón de Fury.

— El pulso está cayendo. — se escucha decir a un médico.

Astrid posa su mano en el cristal conteniendo la respiración mientras veía como los médicos utilizaban el electro para intentar reanimarlo.

— Hora de la muerte, una y tres minutos.

La morena se lleva una mano a la boca, dejando escapar el aire que había contenido y sintiendo como Natasha se alejaba de ellos visiblemente afectada.

Astrid recarga su espalda contra la pared y se deja caer sintiendo lágrimas en sus ojos. Antes de que tocase el suelo, los brazos de Steve la atrapan y él se sienta junto a ella.

Cuando siente el cuerpo del rubio junto a ella, deja salir las lágrimas de sus ojos. Nick Fury fue la única persona que estuvo con ella cuando sus padres murieron. Fue quien le dió una razón para seguir adelante después de perderlo todo.

— Era lo más parecido a una familia que me quedaba. — murmura Astrid cuando su llanto cesa.

— Lo siento. — dice Steve en voz baja. — Estoy contigo.

Astrid lo mira con los ojos rojos y él le sonríe levemente, diciéndole con la mirada que no estaba sola.

Cuando los médicos les informan de que pueden ir a ver el cuerpo, ambos se levantan del suelo y entran a la sala donde Natasha ya estaba observando el cadáver en silencio.
Steve se queda atrás mientras Astrid se acerca a su amiga, quien la abraza fuertemente.

𝗔𝗦𝗧𝗥𝗜𝗗 𝗟𝗔𝗡𝗘 ━━━ Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora