Astrid Lane nació en Bulgaria pero no pasaron más de dos días para que sus padres se mudaran a Estados Unidos. Allí, empezaron a trabajar en SHIELD y la pequeña Astrid creció entre las paredes de esa organización, entrenándose desde los trece años p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Dónde está tu amigo? — pregunta Natasha mientras Astrid se cruzaba de brazos con una sonrisa burlona.
— Pagaréis su vida con la vuestra. — asegura Proxima mirando a ambas mujeres.
— O tal vez seas tú la que muera. — rebate Astrid entrecerrando sus ojos.
— Thanos conseguirá esa gema. — sigue diciendo Proxima, mirándola con odio.
— Eso no va a pasar. — dice Steve.
— Ahora estáis en Wakanda. — habla T'Challa. — Thanos no conseguirá más que polvo y sangre.
— Tenemos sangre de sobra. — asegura la alienígena elevando su espada al aire.
Mientras volvían con el ejército de Wakanda, cinco enormes naves se despliegan desde la tierra.
— ¿Se han rendido? — pregunta Bucky.
— No exactamente. — responde Steve.
— No es como si nos fueran a dar la bienvenida. — sigue Astrid con sarcasmo.
Es entonces cuando un ejército de criaturas salen del bosque y corren hacia la barrera con furia. Astrid reconoce a algunos como Chitauri y a otros que parecen incluso peores. La mayoría muere al cruzar la barrera pero unos pocos si consiguen entrar.
— Creo que la hemos enfadado. — comenta Natasha mirando a Astrid a su lado la cual suelta una risa sin poder evitarlo.
— Se están matando. — dice Okoye mirando a los monstruos incrédula.
Astrid frunce su ceño cuando ve que las criaturas comienzan a rodear la barrera por ambos lados.
— Capitán, si estos bichos entran por detrás no habrá nada entre ellos y Vision. — dice Bruce.
— Tenemos que mantenerlos aquí. — asegura Astrid.
— ¿Cómo hacemos eso? — pregunta Okoye.
— Abriendo la barrera. — dice T'Challa.
Steve abre sus escudos en ambas manos mientras Astrid y Natasha se miran entre ellas. Enfrentarse a esos bichos no sería fácil.
Ante el grito de Black Panther, todos comienzan a correr hacia la barrera y T'Challa da la señal para que se abra mientras se adelanta a todos junto a Steve.
La primera criatura llega hasta Astrid y ésta lanza una patada pero enseguida nota que esos monstruos tienen mucha más fuerza impulsada por la furia con la que peleaban. Así que sus ojos se iluminan de ese azul eléctrico que la caracterizaba y sus manos lanzan unos rayos eléctricos que matan al grupo de criaturas que corrían hacia ella.
— ¡Son demasiados! — exclama Bruce dentro de Verónica, una armadura diseñada por Stark para Hulk.
Astrid cae al suelo cuando uno de los monstruos se abalanza sobre ella y es entonces cuando un enorme rayo se abre paso en medio del prado y un hacha voladora acaba con la criatura que estaba por atacarla.
La morena jadea y se levanta del suelo encontrándose con Thor acompañado de un árbol con ojos y un mapache con una pistola entre sus manos.
— ¡Thor! — Astrid sonríe llegando hasta su amigo.
— Lady Astrid. — saluda el asgardiano antes de mirar con furia a Proxima Midnight y correr hacia ella. — ¡Tráeme a Thanos!
No pueden detenerse más tiempo porque aunque con Thor tenían más ventajas, las criaturas seguían llegando. Astrid choca su espalda con la de Natasha mientras ambas derribaban a cualquier monstruo que se les acercase.
Astrid abre sus ojos cuando unas especies de ruedas con forma de engranajes metálicos gigantes salen del suelo y van hacia ellas con rapidez. Okoye acaba con un enemigo y las tres cierran sus ojos sabiendo que no podían escapar de eso. Sin embargo, Wanda aterriza frente a ellas y con sus poderes hace que esas ruedas se detengan y caigan al suelo.
— ¿Dónde has estado todo este tiempo? — pregunta Okoye incrédula.
— Chicos, Vision necesita ayuda. — dice Sam por el comunicador.
— Ya voy. — responde Wanda impulsándose para alejarse pero en segundos cae derribada por Proxima.
— Él morirá solo. — le dice la alienígena. — Igual que tú.
— No está sola. — dice Natasha a sus espaldas antes de empezar a atacarla junto a Astrid y Okoye.
— ¡Estás empezando a ser molesta! — exclama Astrid esquivando un golpe de la alienígena.
Finalmente, Proxima consigue derribar a Okoye mientras Natasha y Astrid siguen luchando. Natasha cae al suelo al ser golpeada con la espada de la alienígena y Astrid intenta usar sus poderes pero antes de hacerlo, Proxima se abalanza sobre ella y ambas caen al suelo.
— ¡Hija de perra! — grita Astrid cuando siente el filo de la espada rasgar su costado.
Cuando Proxima eleva de nuevo su espada y está apunto de clavarla en el pecho de Astrid, Wanda la hace volar en el aire y es atropellada por una de las naves. Astrid cierra sus ojos cuando siente la sangre azul de la alienígena caer sobre su rostro y Wanda la ayuda a levantarse.
— ¿Estás herida? — pregunta la sokoviana con preocupación.
— Mi ego está herido. — comenta Astrid llevándose la mano hasta su labio, notando que había empezado a sangrar junto a algunos otros cortes en su rostro. — No sé cómo me ha derribado esa zorra.
Natasha rueda los ojos divertida mientras ayudaba a Okoye a levantarse del suelo. — Menos mal que Steve no te está escuchando decir esas palabras.
— Steve. — Astrid mira a su alrededor pero no lo encuentra por ninguna parte por lo que lleva la mano al auricular de su oído. — Steve, ¿dónde estás?
Segundos después, un adolorido Steve responde. — En el bosque, tenemos visita.
Thanos había llegado.
Astrid y Natasha se miran antes de echar a correr hacia el bosque frente a ellas. Al llegar, la morena toma aire apoyándose en el tronco de un árbol para recuperar el aliento. Normalmente, eso no sería nada para ella pero había utilizado sus poderes a gran escala y eso le estaba pasando factura ahora. Pero tenía que aguantar.
Todos los Vengadores junto a T'Challa y Okoye se encuentran en medio del bosque notando como el viento aumentaba su intensidad y cerca de ellos se abría un portal azul casi negro. De él, sale Thanos quedando frente a todos ellos.
— Wanda. — susurra Vision a un lado de Astrid. — Es la hora.
— No. — se niega la sokoviana.
— Sólo nosotros podemos detenerlo. — Astrid cierra los ojos con pesar sabiendo que el androide tenía razón. — Tienes que destruir la gema, debes hacerlo, se nos acaba el tiempo.
— No puedo. — solloza Wanda.
— Si puedes. — asegura Vision. — Si no lo haces, medio universo morirá. No es justo, no deberías ser tú pero así es. Sólo te siento a ti.
Astrid cruza su mirada con la de Vision sintiendo algunas lágrimas acumularse en sus ojos. La morena voltea viendo como Thanos había derribado uno a uno a todo el equipo.
