Astrid Lane nació en Bulgaria pero no pasaron más de dos días para que sus padres se mudaran a Estados Unidos. Allí, empezaron a trabajar en SHIELD y la pequeña Astrid creció entre las paredes de esa organización, entrenándose desde los trece años p...
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Torre de los Vengadores, NUEVA YORK
Habían pasado varios días desde la exitosa misión y el sábado había llegado junto con la fiesta de Tony. Astrid estaba en la habitación que compartía con Steve terminando de acomodar sus pendientes. La mujer llevaba un vestido negro ajustado a su cuerpo que llegaba hasta la mitad de sus muslos y unos tacones del mismo color.
Astrid sale de su habitación y baja por el ascensor arreglando su cabello suelto hasta que llega a la planta en la que se celebraba la fiesta. Al abrirse las puertas, observa la gran cantidad de personas que había frente a ella.
— Estás hermosa. — Tony aparece a su lado, tomándola de la cintura mientras ambos empezaban a caminar entre los invitados.
— Lo sé. — sonríe la morena manteniendo su mirada al frente. — Pensaba que no sería una fiesta grande.
— Oh, no lo es. — responde el millonario dando un trago a su bebida.
— Creo que tenemos conceptos diferentes de la palabra grande. — se ríe Astrid mirando a su alrededor.
— Teniendo en cuenta que te acuestas con el Cap, estoy seguro de eso. — asiente Stark con una mueca divertida.
— Por dios, Tony. — la mujer suelta una carcajada.
— Esos son Rhodey y Thor. — habla Tony mirando a ambos. — ¿Vienes?
— Ve tú. — contesta la morena viendo como Steve jugaba al billar junto con Sam.
— Nos vemos luego, preciosa. — Stark le sonríe coqueto dejando un beso en su mano antes de alejarse.
Astrid rueda los ojos sonriendo divertida antes de acercarse a la mesa de billar, hacía un mes que no veía a Sam. Cada poco tiempo, ella, Sam y Steve se reunían para buscar la ubicación de Bucky Barnes aunque todavía no habían tenido éxito.
— ¡Sam! — exclama feliz Astrid abrazando al hombre.
— Cuanto tiempo. — sonríe Falcon pasando un brazo por los hombros de la mujer. — Estás guapísima.
— Tú también. — ríe Astrid antes de mirar a Steve, quien los observa con una pequeña sonrisa.
— Iré a por algo de beber. — sonríe Sam alternando la mirada entre sus dos amigos.
Cuando Sam se aleja, Astrid sonríe al ver como Steve la miraba de arriba a abajo.
— No vas a creer la conversación que acabo de tener con Tony. — comenta la mujer acercándose al rubio.
