𝟑𝟎

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— Han escapado

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— Han escapado. — dice Astrid entrando a la oficina. Sus ojos estaban llenos de lágrimas que había estado fingiendo todo el camino hasta el edificio. — Le pedí que no lo hiciese, pero creo que mi opinión ya no le sirve.

Sonrió orgullosa mentalmente, era buena actriz. Tenía que fingir que Steve y ella estaban mal para poder librarse del secretario Ross.

— Llamaré a una enfermera. — dice Tony cuando ve las marcas en el cuello de Astrid. Ella también se percató de que él tenía una herida cerca de su ojo derecho.

— Tendrá que esperar. — el secretario Ross interviene. — Imagino que ustedes no saben dónde están.

— No, pero el GSJ9 controla las fronteras y ha establecido vuelos de reconocimiento. — asegura Tony. — Los encontraremos y actuaremos.

— No lo entiende, no actuarán. — Astrid y Natasha se miran ante las palabras de Ross. — No pueden ser objetivos, enviaré a los de Operaciones Especiales.

— ¿Qué ocurrirá cuando empiece el tiroteo? — pregunta Natasha. — ¿Matarán a Rogers?

— Si los provoca, sí. — responde el secretario. — A Barnes lo hubiéramos eliminado en Rumanía de no haber sido por Rogers.

— Cada día me sorprendes más, Ross. — comenta Astrid. — ¿Matar al Capitán América? Esa es la idea más estúpida que...

— Con todo mi respeto, no podrá resolverlo con hombres y balas. — interviene Tony, sin dejar que Astrid acabe la frase. — Déjelo en nuestras manos.

— ¿Y cómo sé que no acabará como la última vez? — pregunta Ross con un deje de burla.

— Porque está vez no llevaré mocasines ni camisa de seda. — responde Stark sin dejar de mirar al secretario. — 72 horas, garantizado.

— Tienes 36 horas. — sentencia Ross caminando a la puerta de salida. — Barnes, Rogers y Wilson.

— Gracias, señor. — dice Tony antes de suspirar. — ¿Está presión en el brazo es normal?

— ¿Estás bien? — pregunta Astrid.

— Siempre. — responde el millonario mirándola. — ¿Puedes decir lo mismo?

— Por supuesto.

Natasha intercala su mirada entre sus amigos, los dos eran demasiado orgullosos como para admitir que no estaban bien.

Tony asiente y después de unos segundos de silencio, vuelve a hablar. — 36 horas, dios.

— Andamos bastante escasos de personal. — dice Natasha.

𝗔𝗦𝗧𝗥𝗜𝗗 𝗟𝗔𝗡𝗘 ━━━ Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora