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El camino en el auto había sido silencioso

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El camino en el auto había sido silencioso. Mientras conducía, Steve miraba a Astrid de reojo ya que la mujer estaba extrañamente callada. Por otro lado, en el asiento de copiloto, la morena había bajado la ventanilla para que le de el aire ya que el espacio cerrado había empezado a agobiarla.

— Hemos llegado. — avisa Steve.

Astrid vuelve a la realidad ante la voz de su esposo y todos bajan del auto. Frente a ellos, una bonita cabaña en medio de la vegetación los recibía. Tony cargaba a su hija, Morgan, en el porche.

— ¿Cómo está la pequeña princesa? — Astrid es la primera en subir las cortas escaleras para llegar hasta ellos.

— ¡Tía As! — Morgan sonríe mientras extiende sus brazos hacia la mujer.

Tony sonríe levemente antes de dejar a su hija en los brazos de Astrid. Durante estos años, Astrid había seguido visitando a Stark y su familia haciendo que la pequeña niña empezase a considerarla también de su familia. Morgan también sabía de la existencia de su tío Steve que aunque no visitase a menudo esa cabaña debido a su poca relación con Tony, Astrid se había encargado de hacer que su esposo viniera a recogerla y así poder saludar a la niña.

La morena cruza miradas con Steve quien deja su semblante serio para dedicarle una sonrisa a ella y a la niña. Astrid hace una mueca y baja a Morgan de sus brazos.

— Morgan, ¿puedes ir con mamá? — le dice Tony a su hija. La niña asiente sonriendo y se adentra a la casa. — No me gusta las caras con las que me estáis mirando.

Astrid dirige su mirada a Scott quien suspira antes de empezar a explicarle a Tony lo que ya les había dicho a ellos en la base.

— Sabemos lo que parece... — termina Scott de hablar mientras Tony llenaba unos vasos de jugo.

— Tony, después de todo lo que has visto, ¿crees que... — Steve empieza a hablar.

— La fluctación cuántica se carga la escala, ¿vale? — interrumpe el millonario. — En términos fáciles, no vuelves a casa.

Tony se acerca a Astrid para entregar el vaso de jugo el cual la morena recibe con un agradecimiento.

— Yo si. — asiente Lang.

— No, tú has sobrevivido accidentalmemte por suerte cósmica. — dice Stark. — Y ahora quieres lograr un... ¿Cómo lo llamas?

— Robo en el tiempo.

— Eso, ¿por qué no se nos había ocurrido? — pregunta Tony con sarcasmo. — Ah sí, porque es estúpido.

— Las gemas están en el pasado. — interviene Steve. — Retrocedemos en el tiempo y las recuperamos.

— Chasqueamos los dedos... — dice Natasha.

— Y traeremos devuelta a todo el mundo. — termina de decir Astrid cruzada de brazos.

𝗔𝗦𝗧𝗥𝗜𝗗 𝗟𝗔𝗡𝗘 ━━━ Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora