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Sábado 22 de Octubre de 1989.
6:45 am.

                                                ๑⑅๑

Se habían quedado dormidos en aquel lugar tan especial.
La sabana que Bill había puesto era realmente cómoda.
Era una mañana no tan fría.
Había un par de rayos de sol filtrándose através de los árboles.

Stanley fue el primero en despertar.
Notó su mano aún entrelazada con la de Bill.
Sus cuerpos transmitían un calor cálido y acogedor.
Stanley lo vio dormir con una tierna sonrisa.

Los recuerdos de la noche anterior llegaron de golpe.
Stanley era el más feliz del mundo.
Para él, haber probado los labios de Bill había sido como probar el cielo, el paraíso frente a él, algo tan dulce, tan increíble, que el sentimiento jamás lo dejo en paz.

Para él, haber probado los labios de Bill había sido como probar el cielo, el paraíso frente a él, algo tan dulce, tan increíble, que el sentimiento jamás lo dejo en paz

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Minutos después Bill se removió, sin embargo, esta vez Stanley no se apartó.

Stan: Buenos días -dijo en un susurro cálido, sonreía viendo a Bill tallarse los ojos y bostezar.

Bill sonrió. Guío la mano de Stanley hasta él y la besó con suavidad. Stanley simplemente no dejaba de sonreír.

Bill: B-b-buenos días Stannie -segundos después comenzó a besar repetidamente la mano de Stanley.

Stan: Basta -solto un risita- Esto es tan cursi.

Bill: Te encanta, admítelo -lo vio a los ojos con una gran sonrisa. Se encontraba incorporado.

Stanley lo vio con un poco de seriedad.
Se quedaron en silencio unos segundos.

Stan: Bill -lo llamo con temor, el nombrado lo miro con atención- ¿Que somos...exactamente?

Bill se quedó unos segundos pensando.
Se levantó. Stanley lo veía atentamente.
Bill extendió su mano hasta él.

Stanley la tomo y se levantó también.
Bill se notaba tan nervioso.

Bill: Yo...¿P-p-puedo ser tu novio? Me haces tan feliz Stannie.

Stanley sonrió de oreja a oreja.
Se abrazó al cuello de Bill y le dio un beso.
Bill enrollo sus brazos en la cintura de Stan.

El beso duro no más de un minuto.
Aquello era tan romántico.

Luego de que se separaron se vieron a los ojos.

Stan: No hay nada que me haría más feliz que eso, Billy.

Bill casi suelta un par de lágrimas.
Se abrazaron.
Se abrazaron con fuerza y cariño.
Bill levantó al menor en el aire.
Ambos rieron.

Se daban besos y besos.
Uno tras otro sin parar.
No pasaba de besos y caricias.
Era todo lo que necesitaban.

Casi hora y media después se prepararon para irse.
Se les había dificultado separarse pero tenían que volver a sus casas.
Dormir en el bosque no había sido tan buena idea, la humedad hacia que el cabello de Stanley se esponjara.

Let Me Feel Your Heartbeat {Stenbrough}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora