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Domingo 24 de diciembre de 1989.
8:20 am.

                                             ๑⑅๑

Abrió los ojos suspirando con calma.
Sonrió al escuchar musica proveniente del primer piso;villancicos.
Escuchaba claramente la voz de Richie cantando a volumen alto.

Bostezo, se volvió a cobijar. Afuera había una tormenta de nieve.
Las luces en las casas resaltaban por entre lo blanco de la tormenta.

Escucho pasos subir las escaleras corriendo y segundos después su puerta se abrió de golpe.

Un Richie muy sonriente, con los lentes chuecos, un gorro de navidad a conjunto con un suéter, las mejillas de un color carmesí por estar corriendo, un par de pantalones de mezclilla arrugados, pantuflas con forma de vaca, lo observaba con emoción desde la puerta.

Richie: ¡A levantarse! ¡Hoy es navidad! -exclamo con emoción. Se quitó las pantuflas y se subió a la cama, comenzando a brincar en esta provocando que Stanley riera viendo las tontas muecas que el de anteojos hacia mientras brincaba.

Stanley agarró una de sus almohadas y así comenzó una pelea de almohadas entre carcajadas alegres.

Minutos después se detuvieron.
La alegría abundaba la habitación.
Richie lo volteo a ver sonriendo con un brillo especial en sus ojos.

Richie: Adivina quien preparo el desayuno.

Stan sonrió.

Stan: Mmm...-fingio pensar- No lo se, ¿Santa Claus?

Richie rio un poco.
Se levantó y tomo al rizado de la muñeca jalandolo fuera de la cama.

Richie: Te espero abajo, no tardes ¿Sí? -sí dirigió a la puerta dejando a Stan parado a media habitación.

Stan: Claro.

Richie: Hay un regalo para ti...en tu cajón. -dijo sonriendo enormemente para después salir de la habitación cerrando la puerta.

Stanley, confuso, se dirigió a su mueble.
Abrió su primer cajón y su expresión fue de sorpresa combinada con una alegría inexplicable.

Ahí dentro había un suéter igual al de Richie.
Era rojo con blanco, renos, copos de nieve y un gran Santa Claus en su trineo.

Sonrió de oreja a oreja tomandolo en sus manos.
Era suave y calentito.
Lo dejo con cuidado de vuelta en el cajón.
Fue al baño, hizo su rutina, se vistió y lo volvió a tomar, se lo puso.

Salió de la habitación y bajo hasta la sala.
La música aún sonaba de fondo y Richie seguía cantando.
Stan encontró gracioso haberse encontrado a su mejor amigo cantando a todo pulmón los villancicos sosteniendo su gorrito para que no cayera, saltando en el sofá mientras sonreía.

Richie lo vió bajar.
Se dirigió corriendo hasta él.

Richie: Por fin, ¡Ven aquí! Te va a encantar el desayuno que hice -lo jaló de la muñeca y lo hizo sentarse en una de las silla del comedor- Espera aquí, lo voy a traer.

Stan sonreía esperando pacientemente.
Richie salió de la cocina con un plato enorme.

En el plato había una torre de waffles cubiertos con crema batida, chocolate, fresa y skittles.

Dejo el plato enmedio de la mesa.
Stan veía el plato con los ojos bien abiertos.

Richie: Y espera, me faltó algo -regreso rápido a la cocina.

Let Me Feel Your Heartbeat {Stenbrough}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora