Jueves 23 de Noviembre de 1989.
6:55 am.๑⑅๑
Despertó casi sin querer.
Se talló los ojos tratando de quitar el sueño.
Bostezó y se estiró.
Notó la ausencia de su chico.Se sentó tratando de adaptar sus ojos a la luz solar que entraba por la ventana.
Había sido la tercera noche seguida que se quedaba a dormir con el rizado.Busco con la mirada por toda la habitación pero no lo halló.
Hizo las cobijas a un lado con pesadez.
Aquel día no había clases por alguna reunión de maestros que sinceramente no le importaba.Al tener los pies fuera de la calidez de las cobijas tembló del frío.
Era un mañana helada. El invierno ya estaba a la vuelta de la esquina.Se levantó. Sus pies descalzos tocaron el mosaico frío del piso.
Pensó en llamarlo pero escucho ruidos en la ducha.
Escucho pasos saliendo y por alguna razón que no entendió, se quedó paralizado en su lugar, tiritando del frío.Stanley salió completamente empapado solo usando una camiseta y una toalla alrededor de su cintura.
La camiseta que llevaba puesta había comenzado a empaparse también por la gotera de agua que su cabello escurría.Se quedó parado inmóvil igualmente viendo a Bill fijamente. Sonrió tímido después de un par de segundos y sus mejillas se ruborizaron.
Bill pensó que moriría de ternura.Bill: Buenos días, Stannie -dijo en una voz casi baja, sonriendo un poco apenado por estar viendo a su chico semidesnudo frente a él, todo empapado.
Stan: Buenos días, Billy -sonrio igualmente acercándose a su mueble de ropa- ¿No te darás una ducha?
Bill frunció el ceño extrañado.
Bill: No hay clases.
Stan dejo salir una risa divertida viendo a Bill mientras sacaba unos pantalones flojos, otra camiseta y ropa interior.
Bill frunció el ceño aún más.
Bill: ¿Huelo mal? -se olfateo a sí mismo provocando que otra risa saliera de la boca de Stanley.
Stan: Para nada cariño. Solo era una pregunta -sonrio amable sacando otra toalla y secándose el cabello.
Bill suspiro aliviado y se volvió a sentar en la cama. Se recargo en la cabecera viendo fijamente a Stanley, con una sonrisa embobada.
Stanley, que ahora se aplicaba su tratamiento para el cabello frente al espejo, lo vió desde el reflejo y sonrió apenado, casi inseguro.
<<¿Será que me veo mal? Sí. Seguro estoy horrible, debería irme al baño>> Pensó.Stan: ¿Que pasa?
Bill negó lentamente suspirando sin quitarle la vista de encima. Su sonrisa se ensanchó.
Bill: Eres tan hermoso.
Las mejillas de Stanley se pusieron de un rojo intenso. Bajo la mirada con una leve sonrisa.
Bill: No te imaginas lo mucho que t-t-te amo. Me pareces irreal. Mírate...Dios -sus ojos se llenaron de lágrimas, suspirando ruidosamente, como si estuviera viendo a la cosa más preciosa del mundo- Stannie...¿Como haces para verte tan lindo siempre?
Stanley no podía dejar de sonreír. Sus mejillas estaban ardiendo y todos esos pensamientos inseguros se habían esfumado.
Stan: Oh, Billy...no hagas eso.
Bill: ¿Hacer que, dulzura?
Stan: Mentir.
El ceño de Bill se frunció profundamente, vio a Stanley con tanta confusión.
Se levantó con rapidez y fue hasta el rizado, que lo veía con timidez.Bill sabía lo inseguro que Stanley era sobre sí mismo.
Y lo único que siempre anhelo fue que Stanley se viera a sí mismo de la forma en la que Bill lo ve.
Como a la persona más pura, hermosa, preciosa, irreal, increíble y millones de cosas más.
Porque Bill, siempre lo vio de esa manera.Acunó el rostro de su amado entre sus manos y lo hizo mirarlo a los ojos.
Bill: No miento cariño -le dio un dulce beso en los labios y después regresó a verlo con tanto amor. Lo veía como si fuera el único ser existiendo. Y es que era él unico para Bill- Jamás miento. Eres tan hermoso Stannie. Estas tan lindo s-siempre. ¿Y si te digo que cuando te quedas dormido yo me quedó horas admirando como descansas?, luces siempre tan hermoso. No quiero que pienses a-algo contrario a eso, jamás, porque no es cierto. Stannie, eres la persona más hermosa que he visto y que veré en toda mi vida.
Stanley no logró contener el par de lágrimas que brotaron sin darse cuenta y rodaron por sus mejillas.
Bill las limpió con sus pulgares.
Comenzó a darle dulces y suaves besos por toda la cara al rizado.Stanley logro calmar sus sollozos por los dulces besos de Bill.
Sonrió levemente cerrando los ojos, sintiendo.Bill finalizo sus besos en la frente de Stanley.
Bill: Mi hermoso Stannie -dijo con un tono adorable que hizo a Stan querer llorar de nuevo. Bill depósito otro beso esta vez en los labios de su novio.
Bajo sus manos lentamente durante el beso hasta tenerlas en la cintura de Stan, la cuál apretó contra él mismo.
Las piernas de Stan temblaban, no sabía si era por la ternura del momento o porque podría desmayarse ahí mismo por las hermosas palabras que Bill dijo.
Se abrazó al cuello de su amado.Se separaron por falta de oxígeno.
Juntaron sus frentes.
Ambos con sus ojos cerrados, un sonrojo y esa sonrisa que tenían cada que estaban con el otro.Bill: Te amo...te amo...te amo -repetia acariciando la espalda de Stanley- Te amo. -se apartó un poco. Ambos abrieron los ojos. Stanley lo veía fijamente con inocencia. Bill realmente podía sacarse el corazón y entregárselo en ese mismo momento- Te amo.
Stan: También te amo -su voz había salido algo débil pero segura y honesta, sonrió enormemente viendo a Bill.
Volvieron a juntarse en otro beso, pero este fue más corto aunque lleno de sentimiento y amor.
Al separarse se quedaron unos minutos ahí.
Parados. Abrazados. Acurrucados en la calidez del otro.Stan: Debo vestirme -comento de repente haciendo que ambos rieran. Habían olvidado que usaba una camiseta y solo una toalla en su cintura, nada más.
Se apartaron sonriendose con timidez.
Stanley tomó su ropa antes escogida.
Bill lo veía aún fijamente sin poder quitar la sonrisa.Stan: ¿Podrías...? -dijo apenado.
Bill entendió de inmediato.
Bill: ¡Oh! Claro, lo siento cariño. Bajaré y prepararé el desayuno, allá te espero -dijo viéndolo con cariño. Stanley asintió igualmente y Bill salió de la habitación.
El rizado suspiro.
Esa sensación. Ese sentimiento. Ese montón de emociones que solo Bill le hacía sentir.
Colocó su mano en su propio pecho.
Su corazón latía rápido.
Sonrió cerrando los ojos y inhalando profundo.
El gran amar que sentía por aquel chico de cabello lacio y ojos hermosos aveces hacia doler su pecho.
Se preguntaba de casualidad, si Bill sentía lo mismo.
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Let Me Feel Your Heartbeat {Stenbrough}
Romance> > A Bill le gusta Stanley desde hace años, pero Stanley simplemente andaba en su propio rollo, jamás se interesó en nadie pero aún no podía explicar porque cuando estaba con Bill su corazón se aceleraba.