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Domingo 6 de Junio de 2004.
4:27 pm.

                                              ๑⁠⑅๑

Un auto blanco se detuvo frente a una gran casa.
Dos jóvenes hombres salieron de éste con emoción y caminaron juntos, tomados de la mano, hasta la entrada de la casa.
Subieron tres pequeños escalones hasta el porche.

El ojiverde abrió la puerta con su llave y ambos entraron.
La sorpresa, la emoción, la alegría.
Millones de sentimientos, de emociones recorrían los cuerpos de los jóvenes.

Era su casa.
De ellos.
Estaba lista. Habían trabajado en ella por dos años. Claro que todavía le faltaban algunas cosas pero, estaba lista.
Tal y como siempre la habían soñado.
Tal y como siempre Stan la había soñado.
Bill realmente nunca había pensado en la casa de sus sueños, solo había pensado en que quería estar con Stan.
Así que Stan se encargó de toda la decoración, la pintura, los pilares, la forma de la casa, el jardín y demás.

El trabajo que Stan había echo era increíble.
Bill estaba tan orgulloso, le encantaba.
Los colores combinan, contrastaba todo, todo encajaba a la perfección, todo tenía su propio estilo.
Los adornos eran algunos antiguos y algunos modernos.

Caminaron en el interior de la casa con grandes sonrisas.
Era tal y como decía en el diario de Stan.
La casa de sus sueños.

Una casa de dos pisos. Blanca con bordes verdes pistache por fuera. El patio lleno flores. Un porche hermoso con un columpio. Escaleras hacia la puerta café roble con orillas doradas. El interior era de diferentes colores, todos colores pasteles.
La sala estaba al entrar, era color morado. Los sillones beige. La mesa de centro era blanca con hermosos adornos dorados de flores. Habia una chimenea y encima de esta una gran TV. La cocina y el comedor eran azules con algunas líneas verdes.
Cocina integral de mosaico negro y blanco. La mesa de comedor tenía cristal al medio y orillas de madera. Las sillas eran adornadas por hermosas flores talladas en la madera. Los baños tenian piso de azulejo, paredes rosas con lila. Las habitaciones se encontraban en el segundo piso. Eran tres. De diferentes colores. Un pasillo se presentaba al frente apenas terminaban los escalones. Había ya un montón de cuadros.
El patio trasero tenía cerca, no era tan grande pero tenía lo necesario. Pasto corto.
Al medio del patio había una fuente pequeña rodeada de su colección de piedras.
En una orilla del patio había una mesa blanca con sombrilla, tres sillas. Alado de la mesa un estéreo, un tocadiscos y un pequeño lugar que se encontraba repleto de revistas, libros y cosas de entretenimiento. En esa mesa tomarían el té en la tarde con galletas y música clásica.
Ambos podían escuchar el cántico de los pájaros a unos centímetros.
En el patio había muchas flores las cuales regaria todas las mañanas.
El garaje era hermoso. Era color gris con blanco y unos toques de plateado brillante.

Bill se acercó a Stan con una sonrisa tierna.

Bill: Este lugar es hermoso, cielo. Es nuestro lugar. -dijo viéndolo con gran amor. Dejo un beso suave en la mejilla del contrario.

Stan sonrió.
Se abrazó a Bill con fuerza. Suspiró.
Era todo lo que siempre había soñado.
Tenía el trabajo de sus sueños, al amor de su vida y una casa increíble.
Jamás pensó que llegaría a lograrlo.
Jamás pensó que algo así llegaría a pasarle a una persona como él.
Siempre se subestimo a sí mismo.
Cuando era pequeño, siempre soñó en grande pero la realidad era que pensaba, y aseguraba, que su futuro sería una pesadilla más que un sueño. Jamás creyó que algo bueno le pasaría.
Solía encerrarse en su habitación, poner el seguro, abrazarse a si mismo mientras su padre le gritaba desde afuera barbaridad y media.
Aquel hombre le había dicho y le repetía; 'Seras un bueno para nada, eres un cobarde, un miedoso que no cumplirá sus sueños. ¿Crees que una basura como tú, marica y gallina, llegará a algo grande? No serás más que un sirviente para los hombres, cosa que tú no eres.'
Eso rondo por su cabeza cada día desde que su padre se lo dijo a los nueve años.
Después, Richie lo salvó de aquel infierno y desde entonces todo había cambiado.

Let Me Feel Your Heartbeat {Stenbrough}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora