Primer día

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Newt y yo estábamos dando una vuelta por el claro. Nos cruzamos al verducho con Alby.

- Ey,¿que tal vas? - Le preguntó Newt.

- Es difícil de asimilar, además de lo agobiante que es no saber nada sobre mi ni sobre el mundo ahora mismo.

- Nos pasó a todos, es muy duro al principio. - Para Newt sobretodo, lo pasó muy mal cuando llegó. Le acaricié un poco el brazo.

- Newt haz me un favor - dijo Alby. - ¿Puedes ir a buscar a Chuck? Rebecca tu quédate un momento.

- Dime. - Newt ya se estaba yendo.

- Esta es Rebecca, sabe de este sitio más que nadie. Lleva aquí un mes menos que yo, pero ha investigado mucho el laberinto y...

- Espera. - Interrumpió - ¿Laberinto?

- ¿Ves esa puerta por la que intentaste salir? No es una salida, es la entrada al laberinto. Llevamos tres años aquí y aún no lo hemos recorrido todo. - Le expliqué.

Justo llegaron Newt y Chuck. Alby le dijo a Chuck que le enseñara esto al nuevo.

Pasaron unos 15 minutos aproximadamente y vi que se acercaban mucho al laberinto. Nos acercamos casi todos. Me puse delante de él.

- Oye, sé que quieres salir de aquí, yo también, pero nunca has estado dentro. Te perderías y morirías. - Se lo expliqué muy seria. Me miró y dudó. Gally llegó y lo empujó.

- ¿Qué crees que haces verducho? ¿Piensas que puedes entrar ahí y encontrar la salida como si nada? ¿No te han explicado las reglas? - Se lo dijo gritando muy enfadado.

- Gally ya, no lleva ni un día aquí, todos hemos pasado por eso. - Minho se puso en el medio.

- Lo que digáis, pero yo no me fío nada de él. - Dicho esto se fue.

• • •

- Hola Chuck, ¿que haces aquí solo?

Lo vi en su cabaña, tirado en cama y me asomé a verle.

- Tengo muchísimo sueño.

- ¿No vienes a cenar?

- Tengo más sueño que hambre. - Le revolví el pelo y me reí un poco. - Quita pesada.

- ¿Te traigo algo de comer?

- Está bien.

Encendieron el fuego entre unos cuantos, mientras otros hacíamos la cena. Le llevé un plato a Chuck, pero ya estaba dormido. Newt estaba hablando con el nuevo, así que fui a hablar con ellos también.

- Hola, ¿Como vas? - Le sonreí.

- No lo tengo muy claro.

- Calla puta - que lindo es Newt conmigo. - Como te iba diciendo, cada noche esas puertas se cierran. A la mañana siguiente el laberinto cambia y los corredores vuelven a entrar.

- ¿Y yo puedo ser corredor? - Nadie quiere ser corredor, tiene mucha iniciativa.

- Mira esos chicos de ahí son los corredores. Yo tengo un esguince desde hace un tiempo, pero también lo era y cuando me recupere volveré.

- Pues voy a decirles que mañana voy con ellos. - Se iba a levantar, pero Newt le frenó.

- Oye no es fác... - Se escuchó un ruido fuerte de lacerador (penitente en latam).

- ¿Que ha sido eso? - Preguntó y le explicamos todo sobre que son.

- Venga Newtie vamos a enseñarle al chico todo esto.

Nos levantamos para dar un mini recorrido y explicarle quién hace qué.

- Estos son los constructores. Construyen las cabañas para dormir y distintos refugios. - Explicó Newt. - Ellos los cortadores. Cortan leña para el fuego y para que los constructores las utilicen.

- Estos dos de aquí son los mediqueros. - Dije yo.

- ¡Hola!

- Se pasan el día vendando a los cortadores. - Explicó Newt.

Seguimos hablando un rato y después vino Gally. Estaban jugando a las peleas y eso.

- Venga verducho las reglas son sencillas, yo intento sacarte fuera del círculo y tu intentas durar más de 5 segundos.

Al final Gally se tragó su orgullo, porque perdió. Además muy rápido.

Empujó al chico varias veces, pero él se levantó todas y no salió del círculo en ningún momento. Él solo tuvo que empujar a Gally una vez para ganar.

Se quedó un rato callado.

- ¡Thomas! ¡Me llamo Thomas! - Gritó

Todos le dieron una palmada o un abrazo.

- Bienvenido al claro Thomas - Dijo Gally y le estrechó la mano.

- Bienvenido a casa Thomas. - Le abracé y fuimos hablando hasta nuestras respectivas cabañas.

Dorminos en pequeñas casitas que tienen el techo y un par de paredes, colgamos las hamacas y dorminos ahí. Yo duermo sola, pero ellos duermen 3/4 personas por cabaña.

- ¿Donde duermes? - Me preguntó.

- En esa, la más pequeña.

- Yo duermo en la de al lado.

- Bueno pues cualquier cosa que necesites ya sabes dónde estoy. - Le sonreí y él me devolvió la sonrisa. - Buenas noches Thomas.

- Hasta mañana Rebecca.

Quiero que vayan lentos, pero que haya mucha tensión. No sé muy bien como lo voy a hacer.

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