Hombres con palos

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Este capítulo es narrado por Newt.

Los corredores estaban apunto de salir. Normalmente solo ellos se despiertan temprano, pero hoy a casi todos nos a costado dormir.

- ¿Rebecca corre hoy? - Lo preguntó Thomas, sonaba preocupado por ella. - ¿Y también Alby?

- Alby va a buscar el cadáver de Ben, y Rebe es corredora. - Le expliqué.

Conozco muy bien a Rebecca, cuando Thomas está presente la noto diferente. Es como que transmite unas vibraciones distintas. Thomas también vibra diferente con ella. Es como si conectaran

- Ya se están abriendo.

Miré y efectivamente, ya se abrían las puertas. Rebecca nos miró. Tenía una carita de pena y de miedo, parece que va a llorar.

- Está asustada. - Dijo Thomas.

- Es valiente, tiene muchos miedos, pero se enfrenta a ellos. - Levanté la mano para darle ánimos.

Minho le dijo algo y la ayudó a levantarse. Ya están dentro.

Todos están muy preocupados, pero tal vez lo de Ben haya sido una excepción. O tal vez le hayan picado por la noche. Aún que no está de más estar alerta, solo por si acaso.

- Espero que les vaya bien. - Dijo Thomas.

- Tío, llevan tres años haciendo esto todos los días. No les va a pasar nada hoy.

Chuck vino corriendo hacia nosotros. No parecía preocupado, así que será un recado o una tontería.

Le tocó el brazo a Thomas y se fue corriendo de nuevo.

- ¡Tu la llevas! - Gritó a lo lejos.

Sentí una mano en el hombro. La de Thomas.

- ¡Pillado! - Y empezó a correr también.

- ¡No estaba preparado cabrones! - Y fui detrás de ellos.

Jugamos al pilla pilla hasta que nos cansamos. Nos sentamos en unos troncos y Chuck empezó a jugar con un palo.

- ¿Qué haces? - Le preguntó Thomas.

- Jugar con el palo.

- Vaya puta mierda de palo.

- ¿Qué le pasa a mi palo?

- Es muy fino y frágil.

-- Deja mi palo en paz.

- Thomas tiene razón. - Intervine. - Tu palo es una mierda.

- ¡Dejad a mi palo!

- Este es mejor. - Cojí un palo del suelo que tenía cerca.

- ¡Porque tu lo digas!

- Chuck, el palo de Newt es mejor. No tan fino que sea fácil de romper, pero suficientemente fino como para manejarlo bien.

- Pues a mi me gusta mi palo.

- Pues vaya gustos tienes hijo. - Se burló Thomas.

- Calla que a ti te gusta Rebe, ósea no es que tengas mal gusto, pero yo no meto con tus gustos. Yo lo respeto y lo tolero. A no ser que le hagas daño, que entonces tendremos problemas. - Las palabras de Chuck lo pillaron desprevenido.

- ¿Qué dices Chuck? Es mi amiga, igual que es amiga de Newt y de todos. - Intentó negar Thomas.

Yo también lo he notado. Por ambas partes. De verdad que conectan muy raro. Su personalidad es igual juntos y separados, así que no estoy seguro de qué es lo que cambia.

- Anda, anda. Tu disimula, pero el día que fuisteis a por fertilizante tardasteis un montón. Cuando llegué parecía que ibais a liaros.

- Pues fueron imaginaciones tuyas.

No me voy a meter en la conversación para no cagarla, pero yo opino como Chuck.

- Tranquilo que a mamá también le gustas. Se os nota a los dos. - Chuck es más observador de lo que parece.

- ¿Cómo que mamá?

- Chuck llama a Rebecca mamá. - Le expliqué.

- ¿Por?

- Porque ella y Alby cuidan de nosotros. Rebe es mamá y Alby el tío.

- ¿Y porqué no papá?

- No te pongas celoso, ellos son como hermanos. - Chuck le está tirando factores. — Para algunos Alby es el padre y Rebe la tía guay.

- Anda calla y sigue jugando con tu palo. Aunque sea horrible.

- ¡Deja mi palo en paz!

• • •

Está atardeciendo. Todos los corredores han llegado, menos Minho y Rebecca. Estamos todos en las puertas del laberinto. Esperando. Nunca tardan tanto.

- Tenemos que entrar a buscarlos. - Propuso Thomas.

- Nadie entra en el laberinto. - Afirmó Gally muy serio. - Y menos si no lo conoces.

- Van a llegar. - Dijo Chuck. - Estoy seguro.

Si no vuelven me da algo. Me muero. No me imagino este sitio sin ellos.

- No perdáis la esperanza. - Intenté animarles.

Pasaron unos minutos en silencio.

- Van a llegar. - Dijo Chuck.

- Están tardando un montón. - Le respondió Winston.

- Lo van a conseguir.

- Chuck hay que ponerse en lo peor. Minho y Rebe nunca tardan. - Dijo Gally.

- ¡Callaos todos! Hasta que no se cierren las puertas no hay nada seguro. - Exploté, estoy de los nervios.

Esto es muy raro. Siempre son de los primeros en llegar. Como hoy no aparezcan me da algo. Son mis mejores amigos.

- ¡Ahí están! - Gritó Chuck super contento. - ¡Os lo dije! Os dije que lo conseguirían.

Me fijé y era cierto. Venían a lo lejos. Minho llevaba a Rebecca en brazos.

— Algo va mal. — Dije, algo les ha pasado.

Todos gritaban cosas para animarlos, pero no iba a servir de nada, las puertas se están cerrando.

No puede ser. No les da tiempo a llegar. No, no, no, no, no. No llegan. No pueden. No hay tiempo.

— Voy a entrar. — Me susurró Thomas.

— ¿Qué? Estás loco. Ni se te ocurra.

— Voy a entrar.

Y entró. Intenté agarrarle el brazo, pero ya era tarde. Creo que consiguió llegar. Si no llegó las puertas lo han aplastado.

— Espero que sobrevivan. — Dijo Chuck llorando y me abrazó.

— Nadie sobrevive a una noche en el laberinto, lo siento. Los hemos perdido a los tres.

Hombres, simples como palos.

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