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Me besó. Me besó con ganas. Y yo le devolví el beso con las mismas ganas. Nuestras lenguas se coordinaban perfectamente. Como si ya nos hubiéramos besado muchas veces. Joder que bueno está el cabrón.

Se tumbó encima de mi y yo puse mis piernas al rededor de su cintura. Una de mis manos la agarró y la apoyó en la almohada de la camilla. Mi otra mano estaba agarrando su pelo y la suya estaba agarrándome el seno. Nuestras respiraciones estaban muy agitadas.

Pegué mi coño a su entrepierna. La tenía dura y eso hizo que yo me mojara aún más. Su mano soltó la mía y la desvío a mi culo. Lo levantó y me pegó aún más a él. Esto se la puso más dura todavía. Paramos de besarnos un par de segundos para recuperar el aire un momento. Pero enseguida volvimos.

Llevé mis dos manos a su pantalón para desabrocharselo. Se lo bajé un poco junto al boxer y le saqué la polla. Dejé de besarlo para mirarla. Es perfecta. Grande, gorda y muy bonita. Además está algo curva, es perfecta.

— ¿Que pasa? — Susurró. — ¿Te gusta no?

Asentí. Empecé a mover la mano al rededor de ella. Thomas me agarró y me puso a mi encima de él. Me incliné para besarle. Al pajearle en esta posición su polla choca con mi clítoris. Me quitó la camiseta y me desabrochó el sujetador .

Se metió uno en la boca. Con una mano agarró el otro y con la mano me desabrochó y bajó el pantalón y el tanga.Primero me metió un dedo. Tuve que morderme el labio para no gemir. Aunque es tarde algunos siguen despiertos. Empezó a moverlo muy rápido.

— Thommy más. — Susurré. Un dedo no era suficiente.

— Que guarra eres. — Susurró.

Me metió un segundo dedo y esta vez si gemí, pero fue muy bajito y no creo que nadie lo haya oído. Cada vez los movía más rápido, así que yo hice lo mismo con su polla.

— Rebi.

— Dime.

— Chúpamela.

Le saqué lo dedos de mí y bajé abajo. Agarré su polla y me la metí en la boca. Está rica. Joder que maravilla de polla. No me cabe toda en la boca, apenas mitad. Así que me tengo que ayudar de la mano. La lleno toda de saliva para que lo disfrute bien. Tardo apenas 3/4 minutos en correrse. Me lo tuve que tragar todo para evitar manchar nada.

— ¿Ahora que quieres hacer? — Me puso la mano en la nuca y agarró algo de mi pelo.

— Yo quiero más.

Se quitó la camiseta. Que bueno está.

Le besé otra vez y me tumbé a su lado. Me quitó los pantalones y el tanga por completo dejándome desnuda. Si entra alguien va a ser gracioso y todo. Me agarró el culo con las dos manos y me puso encima de nuevo. No nos dejamos de besar. Una mano la mantuvo en el culo y con la otra volvió a masturbarme. Empezó con dos dedos a meter, sacar, meter, sacar, con el pulgar me tocaba el clítoris que daba gusto.

Le pasé la mano por todos y cada uno de los abdominales mientras el seguía tocándome. Me metió un tercer dedo y me besó fuerte para evitar que gimiera. Los metía, sacaba, metía, sacaba, metía, sacaba. Me incorporé y aceleró el ritmo de los dedos. Me agarró el culo más fuerte. Empecé a botar para acelerar el ritmo y mis tetas rebotaban.

— Que vista tan privilegiada tengo.

— ¿Te gusta? — Gemí y salté más rápido.

Frenó el ritmo y agarró su polla con la mano que tenía en mi culo y me dió un par de golpes la ingle. Yo entendí perfectamente la indirecta y asentí. Sacó los dedos. Le coloqué la polla y me la fui metiendo poco a poco. No puedo explicar lo bien que se siente. Mis partes palpitan de la excitación y estoy empapada.

Me la metí entera de una. Empecé saltando lento, pero Thomas me agarró del culo y me empezó a mover más rápido. Yo no me quejé. Saltaba muy rápido y las tetas me rebotaban aún más que antes. Thomas no sacaba las manos de mi culo y los ojos de mis senos. Está excitado, y es por mi, eso me pone mucho mucho más.

Su polla entra y sale, entra y sale, entra y sale. Estoy tan empapada que se desliza como si fuera un tobogán. Estoy tan cachonda que el coño me palpita y el clítoris hasta duele. Entra y sale, entra y sale, entra y sale, entra y sale. Con las manos que tiene en mi culo me ayuda a saltar más y más rápido.

Se incorporó. Esto hizo que su polla se metiera más a fondo y solté otro pequeño gemido. Me besó. Yo seguía metiendo y sacando. Se separó de mis labios. Miró mis tetas, suspiró y enterró su cara en ellas. Empezó a chupar y lamer todo lo que se encontraba. Empezó a absorber mi pezón, me excitó, pero me hizo daño. Paró y me miró.

— Rebi me corro.

— Aguanta un poquito que no me queda nada.

Yo saltaba. Mis tetas botaban. Thomas me ayudaba a ir más rápido y más y más y más. Mi clítoris cada vez dolía más por el placer. Iba a tener un orgasmo increíble. Separó una mano un poco y me dió una nalgada fuerte.

Puse mis manos en sus hombros y lo empujé para volverlo a tumbar. Su polla resbala fácilmente dentro de mi. Dios no sabía que algo se pudiera disfrutar tanto. Entraba y salía, entraba y salía, resbala entre mis piernas. Me agarra fuerte el culo. No deja de mirar como mis tetas botan. Me cuesta contener los gemidos.

Entra y sale, entra y sale, me voy a correr, entra y sale, entra y sale, estoy llegando al clímax, entra y sale, entra y sale, Thomas está apunto.

— Ah, ah, ay, ah, ay ay ay, ah ¡Thomas!

He tenido un orgasmo increíble. Me tiemblan las piernas y me palpita el clítoris.

— Yo ya estoy también. — Dijo con la voz agitada.

Me levanté y me empecé a vestir. Él se abrochó el pantalón y se puso la camiseta.

— Pásame el sujetador porfi. — Me lo dió. — Gracias guapo.

Nos terminamos de vestir.

Puso sus manos al rededor de mi cintura y me dió un pico. Nos miramos y sonreímos.

— Me voy a dormir. — Me besó otra vez. — Buenas noches Rebi.

— Hasta mañana.

Si alguien lee esto por un casual que comente su opinión sobre la escena de sexo. Para saber en qué mejorar.

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