Perdida de control

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Alby ha muerto.

Mi primer amigo.

La primera persona de la que tengo consciencia de haber considerado familia.

La primera persona a quién he querido.

Estoy en shock.

Thomas me levantó del suelo. No soy consciente de en qué momento me senté. Me llevó en brazos a fuera. Salimos todos.

Miré alrededor. Todo estaba ardiendo. El único sitio que conocí ha sido destruido y la primera persona que conocí a muerto. Todo lo que conozco ya no existe, y la persona que me lo enseñó tampoco.

Me pareció ver a lo lejos a un grupo viniendo hacia aquí. Thommy me soltó y me puse de pie. Newt me pasó la mano por los hombros.

— Gally... — Habló Thomas, pero el puño de este lo interrumpió.

Todos los chicos se pusieron en el medio y gritaron cosas defendiendo a Thomas.

— ¡Todo esto es por tu culpa! — La voz de Gally destacaba sobre las demás.

— ¡No es culpa de Thomas! — Exclamó alguien, creo que Minho.

— ¡Él no ha hecho nada! — Este dudo si es Newt o Clint.

— ¿No os acordáis de lo que dijo hoy Alby? — Este sé que es Gally. — ¡Es uno de ellos! ¡De los que nos trajo aquí! Seguron que lo mandaron aquí para destruirlo todo y es exactamente lo que hizo...

Siguió gritando e insultando, pero deje de prestarle atención. Absolutamente todos estaban en el medio intentando apartar y calmar a Gally. Menos Teresa, Chuck y yo.

Chuck estaba abrazado a mi por un lado, por el otro Teresa me estaba dando la mano.

Yo observaba a Thomas. Estaba quieto en el medio.

— ...Mira a tu alrededor ¡Todo es culpa tuya...! — Seguía gritando el otro.

Thomas miró la mano de Chuck. Tenía una parte del lacerador, la parte que te infecta. Se la quitó de la mano.

— A lo mejor tiene razón. — Dijo.

— Thommy...

— No, — Intervino Teresa. — ni se te ocurra ¿Quieres morir?

— Necesito acordarme Teresa.

— Thommy...

— Lo siento Rebi, es la única manera.

Y se lo clavó.

— ¡Thommy!

Los demás lo vieron.

— ¡Thomas!

— ¿En qué estabas pensando Thomas?

— ¿Qué has hecho?

Sus voces se mezclaban y no entendí todo muy bien.

— Chuck trae la otra aguja. — Le dije.

El cayó al suelo. Me arrodillé a su lado. Estaba inconsciente.

— Tranquilo Thommy te vamos a ayudar.

Guardé la jeringa. Creo que es mejor vacunarle mañana. Así esta noche recordará algo, al igual que yo en el laberinto.

— ¿Dónde está Alby? — Preguntó Gally. — Estoy seguro de que él estará de acuerdo conmigo. Debemos desterrar a Thomas y... — Se dió cuenta de cómo le estabamos mirando.— ¿Dónde está Alby?

— Ha muerto. — Dije. — ¿Culpa de Thomas también?

— Pues probablemente.

Me levanté y me puse delante de él.

— Pues para que lo sepas intentamos salvarle, Thomas incluido. Sus últimas palabras fueron textualmente: Rebecca, estás al mando, asegúrate de que todos salgan de aquí.

— Rebecca, no Thomas.

— Rebecca, no Gally. Así que no intentes hacerte el jefe ni dejar a Thomas como el malo porque...

— ¿Porque qué? ¿No os dais cuenta? Thomas la manipula, la lleva manipulando desde que llegó y ahora ella intenta manipularos a vosotros.

— ¿Qué dices? El que lleva intentando ponernos a todos en su contra eres tu.

— Vosotros decidís. — Dijo dirigiéndose a los demás. — Desde que él llegó y se empezó a saltar las normas todo fue de mal en peor. Alby dijo lo que vió. Yo propongo que pase la noche en el hoyo y mañana ya veremos que hacemos ¿Quién está de acuerdo?

No me lo puedo creer. La mayoría lo apoyan.

— Pues decidido. Quién no opine lo mismo pasará la noche con él. — Me miró de arriba a abajo. — Aunque para ti no será un problema.

Me acerqué y le di un puño en el ojo. Me lo iba a devolver, pero más de uno se puso en el medio.

— No merece la pena. — Me susurró Newt. — De momento es mejor hacerle caso a Gally. Pronto se darán cuenta de que tienes razón.

— ¿Alguien más quiere ir al hoyo con Thomas y Rebecca?

— Yo. — Respondió Teresa.

— ¿Alguien más? — Nadie dijo nada más. — Pues perfecto. Que alguien levante a Thomas.

Nos llevaron al hoyo y nos encerraron allí. Teresa y yo nos tumbamos para intentar dormir un poco.

— ¿Cómo estás? — Me preguntó.

— Demasiadas emociones.

— Ya entrarán en razón.

— Eso espero. Buenas noches, necesitamos descansar.

— Buenas noches.

•  •  •

Sentí algo golpeándome la cabeza. Abrí los ojos. Ya era de día. Minho, Fritanga, Newt y Chuck nos estaban mirando.

— ¿No había otra forma de despertarnos gilipollas?

— Antes de insultar van los buenos días ¿no? — Dijo Fritanga.

— Buenos días.

— Os llamamos, pero no nos oíais. — Se excusó Chuck. — Despierta a Teresa.

La sacudí un poco y ya abrió los ojos.

— ¿Qué pasa?

— Queríamos saber cómo estabais. — Dijo Minho. — Además de contaros lo que quiere hacer Gally.

— A ver muy bien no estamos, yo por lo menos. — Dije. — ¿Qué está haciendo?

— Pretende enviaros al laberinto antes del atardecer. — Explicó Newt.

— Pues vaya gilipollas — Intervino Teresa. — ¿Pretende que nosotros salgamos y que el resto se quede aquí toda la vida?

— Lo sé, es bastante absurdo. — Habló Minho.

— Vosotros volver aquí más tarde. Intentad enteraros de sus planes y luego venid a contarnoslos. — Dije. — Si pasáis mucho tiempo con nosotras tal vez os acaben encerrando también.

— De acuerdo. — Dijo Fritanga. — Yo voy a intentar hacer que Gally razone.

— Nosotros pasaremos desapercibidos. — Propuso Newt.

— Hasta luego. — Les dije.

— Adiós mamá, adiós Tere.

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