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La conversación que tienen ahora no es muy importante. Si quieres leer directamente lo que te interesa avanza hasta el corazón❤️‍🔥

Thomas me besó. Como me encanta este hombre.

— ¿Era eso lo que querías hacer verdad? — Me preguntó.

— Mmm puede ser.

— Osea que acerté.

— No del todo. — Desabroché primero su pantalón y después el mío. — Yo quería hacer algo más.

— ¿El qué?

Lo sabe perfectamente, pero quiere que se lo diga. No sé porque me da vergüenza y me pone nerviosa, si ya lo hemos hecho.

— Thommy... — Susurré y puse un tono medio de gemido.

Le agarré la camiseta y lo acerqué más a mí. No dejamos de hacer contacto visual en ningún momento. Con ambas manos le bajé un poco el pantalón y le volví a besar.

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Me agarró en brazos sujetándome bien del culo. Iba a apoyarme en la mesa de la maqueta.

— Thommy mejor en la otra mesa, que podemos romper algo.

Me sentó en la otra mesa y nos volvimos a besar. Me quitó la camiseta rápidamente y me quitó el sujetador. Agarró una y se la llevó a la boca. La lamía y succionaba mientras yo le sacaba la polla del bóxer. Lo aparté para quitarle la camiseta. Joder, que bueno está. No tardó mucho en volver a atacar mi seno.

Me bajó el pantalón y el tanga de un solo movimiento. Me miró el cuerpo de arriba a abajo y suspiró. Se acercó a mi y me volvió a besar. Su polla estaba cerca y me resbalaba por los labios (de abajo). Noté como metía la puntita. Estoy mojadita mojadita. Sus manos me apretaban los muslos. Cada vez me besaba más rápido.

Me empezó a dejar besitos por el cuello. Después en la clavícula, en el seno, por el abdomen. Se puso de rodillas con la cara en medio de mis piernas abiertas. Desde ahí me empezó a besar el muslo hasta llegar a la rodilla. Me dió un beso en el clítoris, pero muy cortito. Me besó el otro muslo. Repartió besos pequeños hasta llegar a la rodilla y después volvió a retroceder. Miró hacia arriba.

— ¿Y ahora qué quieres hacer Rebi?

— Thomas cállate y hazlo.

Y lo hizo. Me absorbió el clítoris con intensidad. Intenté no gritar con todas mis fuerzas. Mi respiración está agitada, pero creo que aguanto sin gemir. Me lamió todo. Sabía exactamente dónde besar, succionar y  lamer. Está moviendo su lengua a gran velocidad sobre mi clítoris.

Derrepente me metió un dedo. Las dos cosas a la vez me están matando.
Mete y saca el dedo a gran velocidad y lame con ganas. Me está haciendo llegar al orgasmo muy rápido. Estoy a punto. Me voy a correr ahora mismo. Me corro ya.

Paró.

— Thommy.  — Lo dije con la voz más de zorra que pude. — ¿Por qué paras?

— Shh.

Se puso de pie otra vez.

— Chúpamela un poquito venga.

Me puse de rodillas sin pensarlo dos veces. Me metí más o menos mitad en la boca, la otra mitad la estimulaba con la mano. Es que hasta su polla sabe bien ¿Se puede ser más perfecto? Seguí chupando unos minutos. El me agarraba del pelo, pero me dejaba hacerlo a mi ritmo. Noté como se le ponía más dura. Eso es que falta poco. Así que paré. Igual que me hizo él.

— Joder Rebi. — Suspiró. — Vas a acabar conmigo.

Me dió la vuelta y me apoyó en la mesa. Su polla estaba en mi culo. Me abrió un poco las piernas y me la metió. Me pilló desprevenida y solté un gemido muy alto, suerte que no hay nadie cerca. Me dió una nalgada y me tuve que contener otro gemido. Me la metía y sacaba rápido.

Dios mío que bien se siente. Estoy viendo literalmente estrellas. Tenerle dentro es como una explosión de sensaciones increíbles. Todas mis terminaciones nerviosas están alteradas con su polla entrando y saliendo, entrando y saliendo.

Yo estaba a cuatro en mi cama. Thomas estaba entrenando y saliendo muy rápido. No podíamos hacer ruido. No nos podían escuchar.

— Shh, Rebi muerde la almohada o algo que respiras muy fuerte.

— Vale, vale, pero no bajes el ritmo.

Cada vez me daba más fuerte, más rápido y con más ganas.

Cada vez me daba más fuerte, más rápido y con más ganas.

Thomas entraba y salía de dentro de mí a gran velocidad. Se resbala muy fácilmente. Me agarra el culo o un seno cada vez que puede. Cada vez siento que estoy más cerca de correrme.

Gracias a mi flujo puede ir muy rápido. Mis paredes vaginales se contraen y a él se le pone más dura. Los dos estamos a nada. Es como si todas mis células se concentraran en lo mismo. Entra y sale de dentro de mi a gran velocidad. No me queda nada.

Apoyó una mano en mi nalga y sentí como me metía el pulgar por el otro agujero. Esto me excito mucho y mi clítoris empezó a palpitar. Puso la otra mano en mi muslo y con dos dedos me estimulaba la vagina. Tocar todos esos puntos a la vez hizo que me excitara incluso más.

Sentí un líquido cayendo por mi pierna. Él ya ha terminado. Respira muy fuerte y le cuesta seguir. Mantiene un ritmo constante tanto con la polla tanto con las manos. Siento todo mi cuerpo tenso. Hasta que. Que. Al fin.

Todos y cada uno de mis músculos se relajaron. De mí salió un chorro que me cayó por la pierna. Thomas salió de mi y me incorporé. Fue una sensación de liberación impresionante.

— ¿Entonces era eso lo que querías hacer o no? — Bromeó.

Me reí un poco. Estoy tan relajada que parece que voy drogada.

— Anda calla que te ha encantado.

— Completamente. — Dijo.

Me dió un pico en los labios y después me besó una teta.

— Sh, quita que estoy cansada. Pásame el tanga que no sé dónde lo has tirado.

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