Rose Weasley

Capítulo 68 Mortifago

—Apártate Rose.

—No, hasta que hablemos.

—No tengo tiempo para esto, déjame salir.

—¡No! no voy a moverme de aquí hasta que hablemos Draco, se que me ocultas algo.

Draco caminó frustrado por su cuarto, había estado solo en el cuarto hasta que Rose llegó con preguntas. Una parte de él quería ser honesto y decirle la verdad y otra, la que estaba ganando, se negaba a decirle algo, no solo para mantenerla alejada de todo esto sino por miedo, miedo a perderla.

—No te he ocultado nada.

—Estás mintiéndome, no vas a clases, no apareces en las comidas, te he buscado por todo el castillo y no te encuentro se que...

—¡Ya basta Rose! No sabes en lo que te estas metiendo.

—Entonces si hay algo, ¡Solo dimelo, Draco! ¿acaso no confias en mi?

—Claro que lo hago, solo...solo.

—¿Solo que?

—¡Solo intento protegerte!

—¡Y yo estoy intentando lo mismo! pense que eramos un equipo.

—Y lo somos, pero no voy a ponerte en peligro.

—Si no me lo dices, ire alla afuera y lo averiguaré por mi misma, y estaré en mayor peligro.

—No me hagas esto, Rose, por favor —Draco no se preocupo en ocultar su súplica, esperaba, no rogaba que Rose dejara el tema ahí.

—No me vas a hacer cambiar de opinión en esto, no cuando es tu seguridad la que pones en peligro.

—Tu estas poniendo en peligro la tuya, ¿Qué crees que pasaría si alguien lee tu mente? ¿lo que ellos te harían si supieran que sabes lo que planeo?

—Aprenderé a proteger mi mente, aprendere la Oclumancia.

—No, tendrías que aprender a ocultar y controlar tus emociones y es más difícil de lo que piensas.

—¿Cómo lo sabes? —Draco se quedó en silencio— lo sabes, sabes Oclumancia, podrías enseñarme.

—No, el proceso para aprender Oclumancia es doloroso, yo no soportaría generarte dolor.

—Ya lo haces, el ver como cada día luces peor, el ya no ver ese brillo en tus ojos me duele, déjame ayudarte.

—Rose...

—La primera vez que estuvimos juntos en la torre de astronomía prometí protegerte, no voy a romper mi promesa ahora— Rose se acerco y tomo su mano— ¿Somos aun un equipo? 

—Lo somos —se rindió Draco— Aprenderas Oclumancia antes de que te diga algo, y no vas a involucrarte en esto.

Rose quiso protestar, pero se controlo para quedarse callada, no iba a dejar solo a Draco en su misión. Se quedaron en silencio mirándose, Rose notó su estado no se veía bien.

 —¿Te sientes bien? —tomo su rostro acariciando sus mejillas, las ojeras cada vez estaban más marcadas, sus mejillas más hundidas por su delgadez, la palidez en su rostro.

—Si, solo no me gusta discutir contigo —Rose le sonrió con cariño.

—No pasaría si me dijeras simplemente lo que quiero saber.

—Rose

—Esta bien lo dejo, a mi tampoco me gusta discutir contigo— bajo sus manos y junto sus frentes— ¿Estamos bien?

–Lo estamos —Ambos se sonrieron y estuvieron apunto de besarse cuando la puerta fue abierta.

Rose se volteo sorprendida le había lanzado un encantamiento a la puerta para que Draco no pudiera escapar de su interrogatorio.