Rose Weasley

Capítulo 50 Vidente

Rose repitió la contraseña que le había dado Madame Pomfrey y subió las escaleras que llevaban al despacho de Dumbledore. Tocó la puerta dos veces, entró al escuchar un "Adelante" del profesor.

Estaba con la profesora McGonagall, Dumbledore le hizo una señal de que se acercara.

—¿Profesor?

—La señora Pomfrey me ha dicho que no es la primera vez que terminas en la enfermería.

—Así es, ¿profesor?

—sí.

—Yo...hay algo que debí decirle —Rose no sabia como decirlo, no sabía la reacción que tendrían los adultos.

—¿Sucede algo señorita Weasley? —la profesora McGonagall miraba con interés a Rose.

Rose siempre había admirado a la profesora McGonagall había conseguido un puesto en el Departamento de Seguridad Mágica al salir de Hogwarts, había conseguido un buen puesto, aunque luego había renunciado para hacer clases en Hogwarts, seguía siendo una gran bruja.

—Yo...vi a Cedric.

Eso llamo la atención de ambos señores.

—Señorita Weasley, el señor Diggory esta muerto.

—Lo sé, yo lo vi antes, antes de que pasara, vi su cuerpo y su tumba.

—Dumbledore ¿que significa esto? —la profesora McGonagall parecía impactada.

Dumbledore no contesto se quedó en silencio viendo a Rose.

—Dumbledore —Volvió a repetir McGonagall.

—Ya veo —Dumbledore se acercó a la pared llena de libros y sacó uno— Esto le ayudará.

Le extendió un libro de portada negra con una esfera en el, Rose lo abrió con curiosidad.

—¿Visiones?

—Me temo informarle que ha heredado un don que se creía muerto en su familia.

—¿Soy una vidente?

—Así es, lamentablemente no hay formas de controlar cuando las tendrá.

—Eso quieres decir ¿Qué todo lo que he visto se hará realidad? —Rose no quería que sus sueños se hicieran realidad, había visto morir a uno de sus hermanos.

—Es lo más probable.

—A que se refiere con eso.

—El futuro es impreciso, aun para aquellos que tienen el don de ver en el.

—¿O sea que las cosas que veo pueden no suceder?

—Exactamente.

Rose pensó en Cedric, si ella hubiera dicho algo podría haber sobrevivido, era su culpa.

McGonagall se acercó a ella, al ver como se estaba atormentado.

—No eres responsables de lo que le sucedió al señor Diggory, el único responsable es quien tu sabes.

—Pero...

—Pero nada, no quiero ver como te culpas por algo que no tienes la culpa.

Rose asintió ante las palabras de la profesora McGonagall.

—¿Puedo irme?

—Claro.

Rose se fue en silencio sin despedirse de ninguno de los adultos. No sospecho como Dumbledore y McGonagall le escondían información, según los adultos aún no estaba lista para saber la verdad.