Rose Weasley

Capítulo 66 Profecías

Rose leía en la biblioteca, mientras esperaba a Theo que había ido por unos libros. Se estaba tardando más de lo habitual, así que decidió levantarse a verlo. Escucho su voz cuando se acercó a una de las estanterías, pero estaba hablando con alguien.

—Pero yo puedo estar contigo —reconoció la voz de Luna– eres tu él que no quiere, es tuyo el problema. Yo te respeto...yo he... trate como puedo seguir con mi vida, pero me cuesta, sabes, me cuesta. Es difícil, así que no seas egoísta, no vengas cuando me ves bien con otra persona. No vengas a hacerme una escena de celos, porque después no vas a estar conmigo ¿Lo entiendes ahora? 

Rose estaba por irse cuando Luna salió de entre las estanterías y la vio. Pudo ver sus ojos brillando aguantando las lágrimas, espero que se fuera para acercarse a Theo, lo vio de espalda a ella.

—Theo —su voz salió como un susurro, pero fue lo suficiente para que Theo la escuchara.

Se volteo y se lanzó a sus brazos, escondió su cabeza en su cuello. Rose escuchaba su llanto, pasó su mano por su espalda en forma de cariño tratando de calmarlo.

—La vi con Rolf.

—Theo...—Intentó calmarlo.

—Duele verla con alguien más, duele demasiado.

—Si aun la quieres, aún puedes estar con ella.

—No puedo, ellos quieren que me unas a ellos, la pondría en peligro.

—Esta guerra no durará para siempre Theo, podrás buscarla cuando todo esto se acabe. Ya se enamoro de ti una vez, lo hará de nuevo. Yo voy a ayudarte con eso.

—¿Lo prometes? 

—Lo prometo.

La profesora Mcgonagall interrumpió su momento tosiendo.

—Señorita Weasley.

—Profesora Mcgonagall ¿Pasa algo?

—Quería informarte que su hermano, Ronald, está en la enfermería, al parecer intentaron envenenarlo.

—Gracias por avisarme profesora, Mcgonagall.

—Deberías ir a verlo— Hablo Theo una vez que se fue Mcgonagall. 

—No, mi prioridad eres tu, podriamos ir a la cocina por un chocolate caliente y unas galletas, para comerlas en la sala común.

—¡No! —Rose lo miró raro por esa actitud— quiero decir que no quiero que nadie me vea así, podríamos solo quedarnos en las cocinas. 

—Claro, vamos.

Ambos fueron a las cocinas por un chocolate caliente y unas galletas, eso pareció animar a Theo. se quedaron todo lo que quedaba de tarde ahí, solo cuando ya se estaba volviendo tarde Theo quiso ir a la sala común.

Fue una sorpresa que cuando al pronunciar la contraseña y entro en la sala común, serpentina fuera lanzada en su lugar, con un corro de "sorpresa". sonrió al ver el cartel que colgaba del gran ventanal con las palabras "Feliz cumpleaños Rose"

—No creías que no ibas a celebrar tu decimoséptimo cumpleños, Feliz cumpleaños.

—Gracias, Theo.

—Vamos hay que celebrar, ya eres una adulta legalmente. 

Draco fue el primero en acercarse a felicitarla, seguido de Daphne y Blaise. Sus demás compañeros se acercaron a felicitarla igual, había algunos estudiantes menores a los que Rose le había hecho tutorías. 

—Ahora que la cumpleañera está aquí, ¡es hora de que la fiesta empiece! —Blaise sacó unas botellas de Whisky de fuego y comenzó a repartirla por los estudiantes de sexto y séptimo— Vamos Rose, hasta el fondo.