Rose Weasley era muy distinta a sus hermanos, no era valiente, osada o revoltosa, en cambio, era tranquila, con una alegría contagiosa, siempre dispuesta a proteger a los que quería, trabajando duro para cumplir sus metas, todos pensarían que acabar...
FUGA EN MASA DE AZKABÁN Hemos confirmado que 10 prisioneros de alta seguridad de Azkabán, a primera hora de la noche de ayer, escaparon.
Por supuesto el primer ministro Muggle ha sido advertido del peligro. Tenemos la fuerte sospecha de que la fuga fue planeada por un hombre con expericiencia en escapar de Azkabán el conocido asesino en masa, Sirius Black, primo de la fugitiva, Bellatrix Lestrange.
Rose cerró el periódico molesta, no le gustaba leer las mentiras que decían sobre Sirius.
—Alguien esta de mal humor.
Rose lo ignoro, Zabini la miró confundida y siguió molestándola intentando tener su atención.
—Ya déjala, Blaise.
—Se ha vuelto muda, Theo, ahora quien me pasará mi tarea de encantamientos.
—Podrías empezar a hacerla tu mismo —comentó Daphne.
—¿Qué? hacerla yo mismo, ¿te has vuelto loca mujer? Rose, te necesito de vuelta.
—Sigo pudiendo hablar tonto —Rose hablaba despacio y con cuidado.
—¿Por qué hablas así? —Rose se acercó a ellos para que nadie más escuchara.
—Tengo la poción de animagos.
—No sabía que Theo era tan bueno en pociones —Rose negó.
—Yo no se prepararla, la ha ayudado alguien más.
—¿Quien?
—Es mejor que no lo sepas.
—Tengo todo listo, necesito esperar un mes y que haya tormenta para beber la poción.
—Suerte con eso, el clima esta mejorando.
—Ya tengo pensado algo para ese problema.
(...)
Hoy era la noche, ya había pasado un mes que llevaba la hoja de mandragora, estaba en la torre de astronomía.
Rose se quitó la hoja de mandragora, la introdujo en la poción y la bebió de un tragó recitando el conjuro.
—Amato Animo Animato Animagus
Theo estaba a su lado, quería estar para ser el primero en verla en su forma animaga, tenía la cámara de Rose para tomarle una foto, se la enviaría a Sirius después de eso.
Rose comenzó a ver como todo se nublaba y vio al final a su forma animaga.
—Estás hermosa, Rose.
Theo le tomó una foto y se la acerco para que la viera, era una hermosa Setter irlandés rojo.
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