Capítulo 10: Que Empiece la Guerra

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Kaithyn estaba decidida a llevar a cabo su plan de venganza contra Jeireth. Su objetivo era simple: ganarse su confianza y luego exponerlo ante todos los que lo veían como un santo. Sabía que esto no sería fácil, pero estaba dispuesta a hacer lo necesario para lograrlo.

Desde el principio, había planeado ofrecerse como su titular para poder estar cerca de él y descubrir más cosas sobre su vida. Quería conocer sus secretos, sus debilidades, cualquier cosa que pudiera usar en su contra.

El lunes, después de clases, Jeireth esperó a Kaithyn en la entrada de la escuela. Estaba decidido a mejorar sus calificaciones y sabía que necesitaría la ayuda de Kaithyn para lograrlo.

—Hey, Kaithyn —dijo Jeireth, sonriendo de manera algo incómoda—. Pensé en llevarte a casa hoy y, si tienes tiempo, podríamos estudiar un poco. ¿Te parece bien?

Kaithyn sonrió internamente, sabiendo que esto era parte de su plan. Sin embargo, mantuvo una expresión neutral y asintió.

—Claro, Jeireth. Suena bien —respondió, con una voz calmada y amistosa.

Ambos subieron al auto de Jeireth y durante el viaje, Kaithyn se esforzó por ser amable y amigable. Sabía que ganarse la confianza de Jeireth era el primer paso para su venganza.

—¿Cómo te fue hoy en las clases? —preguntó Kaithyn, tratando de iniciar una conversación.

Jeireth suspiró. —Podría haber sido mejor. Creo que me está costando concentrarme últimamente.

Kaithyn asintió con comprensión. —Bueno, para eso estoy aquí. Vamos a trabajar juntos y ver cómo podemos mejorar tus calificaciones.

Al llegar a casa, Kaithyn se despidió de Jeireth y se dirigió a su habitación. Mientras se sentaba en su escritorio y sacaba sus libros, no podía evitar sonreír con satisfacción. Estaba cada vez más cerca de ganarse la confianza de Jeireth y descubrir lo que necesitaba para exponerlo.

Más tarde, Kaithyn y Jeireth pasaron la tarde en la casa de los White, repasando las materias en las que Jeireth tenía más dificultades. Los padres de Jeireth, al ver cómo Kaithyn se preocupaba por su hijo, comenzaron a apreciarla aún más. Para ellos, Kaithyn era una influencia positiva en la vida de Jeireth, lo que fortalecía aún más su plan de venganza.

Mientras Kaithyn y Jeireth estudiaban en el comedor, la puerta principal se abrió y un joven entró en la casa. Era Bengy, el hermano mayor de Jeireth, que había estado en el extranjero por algún tiempo y había llegado ayer. Al entrar, Bengy se quedó sorprendido al ver a Kaithyn y no pudo evitar admirar su belleza.

—Hola, soy Bengy, el hermano mayor de Jeireth —dijo Bengy, extendiendo una mano hacia Kaithyn con una sonrisa.

Kaithyn estrechó su mano, sonriendo amablemente. —Encantada de conocerte, Bengy. Soy Kaithyn, la titular de estudios en casa.

Bengy no apartaba sus ojos de Kaithyn, fascinado por su presencia. —He oído hablar mucho de ti, Kaithyn. Es un placer conocerte en persona.

Jeireth, notando la atención que su hermano le estaba dando a Kaithyn, intervino rápidamente. —Bengy, ¿podrías darnos un momento? Estamos en medio de una sesión de estudio importante.

Bengy sonrió, levantando las manos en señal de paz. —Claro, claro. No quería interrumpir. Solo quería saludar.

Kaithyn notó la tensión en la voz de Jeireth y decidió que era un buen momento para retirarse. —De hecho, ya es tarde. Creo que debería irme —dijo, recogiendo sus cosas.

Jeireth asintió, aliviado. —Sí, es mejor que no llegues tarde a casa. Gracias por la ayuda hoy, Kaithyn.

Bengy la miró con una sonrisa amigable. —Espero verte pronto, Kaithyn.

Kaithyn le devolvió la sonrisa. —Igualmente, Bengy. Fue un placer conocerte. Hasta luego.

Jeireth acompañó a Kaithyn hasta la puerta, asegurándose de que saliera sin más interrupciones. Mientras caminaban hacia la salida, Jeireth le lanzó una mirada de advertencia.

—No dejes que Bengy te distraiga —dijo, con un tono que Kaithyn no pudo determinar si era de celos o simple protección.

Kaithyn sonrió, manteniendo su papel. —No te preocupes, Jeireth. Estoy aquí para ayudarte, no para distraerme.

Jeireth suspiró, aparentemente aliviado. —Nos vemos mañana, entonces.

—Nos vemos mañana —respondió Kaithyn, antes de dirigirse a su casa.

Al llegar a casa, Kaithyn no pudo evitar sonreír. Las piezas de su plan se estaban moviendo en la dirección correcta. Ahora tenía una nueva variable en la ecuación: Bengy. Aunque no estaba segura de cómo jugaría ese nuevo factor, sabía que podría ser una ventaja si lo manejaba correctamente.

Mientras se preparaba para dormir, Kaithyn murmuró para sí misma : "La Guerra toma su segundo pasó." Estaba lista para lo que viniera, con la determinación de exponer a Jeireth y demostrarle que no podía subestimarla.

2 Corazones en conflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora