2 Corazones en conflicto

Capítulo 13: Noche en Vela

La luz de la luna se filtraba por la ventana de Kaithyn, iluminando ligeramente su habitación en la oscuridad de la noche. Sin embargo, a pesar de la suave luz que bañaba la habitación, Kaithyn se encontraba completamente despierta, incapaz de conciliar el sueño.

Se revolvió inquieta en la cama, dando vueltas de un lado a otro mientras su mente se llenaba de pensamientos sobre su plan y su creciente cercanía con Jeireth. Por más que intentaba apartarlos, los pensamientos persistentes la mantenían despierta.

Repasó mentalmente cada interacción con Jeireth en los últimos días, preguntándose si estaba haciendo lo correcto. Había llegado a conocerlo mejor de lo que esperaba, y eso la desconcertaba. ¿Podía realmente confiar en él para ayudarlo a mejorar, o todo era parte de un juego más grande que él estaba jugando?

Además, la solicitud de amistad de Jeireth en Facebook la había tomado por sorpresa. Aunque la había aceptado, sentía una mezcla de curiosidad y desconfianza sobre sus verdaderas intenciones. ¿Por qué quería ser amigo de ella en las redes sociales después de todo lo que había pasado entre ellos?

Por más que intentaba razonar sus pensamientos, Kaithyn no podía evitar sentirse ansiosa y confundida. Se sentía atrapada en un torbellino de emociones, incapaz de encontrar una salida clara.

Finalmente, decidió levantarse de la cama y caminar por la habitación en un intento de calmar su mente inquieta. Se acercó a la ventana y miró hacia afuera, observando las estrellas brillantes en el cielo nocturno.

En medio de la tranquilidad de la noche, Kaithyn encontró un poco de consuelo. Respiró profundamente, dejando que la calma de la noche la envolviera. Se prometió a sí misma que encontraría respuestas a sus preguntas y que seguiría adelante con su plan, con determinación y valentía.

Mientras Kaithyn luchaba por conciliar el sueño en su habitación, ajena a lo que sucedía afuera, Jeireth también estaba despierto, con la mente llena de pensamientos turbulentos.

Repasaba mentalmente los eventos de los últimos días, tratando de entender la extraña conexión que había surgido entre él y Kaithyn. A pesar de sus diferencias y de todo lo que habían pasado juntos, no podía evitar sentirse intrigado por ella.

En un impulso repentino, Jeireth se levantó de la cama y se dirigió a la ventana de su habitación. Desde allí, tenía una vista clara hacia la ventana de Kaithyn .

Con cautela, Jeireth sacó su cámara del estante y apuntó hacia la ventana de Kaithyn. A través del visor, la vio mirando hacia afuera, perdida en sus pensamientos. Sin que ella se diera cuenta, Jeireth tomó una foto, capturando su perfil iluminado por la luz de la luna.

Además, Jeireth decidió aprovechar la oportunidad para tomar una foto de su propia habitación, con la esperanza de poder recordar este momento especial. Disparó la cámara una vez más, capturando la atmósfera tranquila de la noche en su habitación.

Satisfecho con sus capturas, Jeireth guardó la cámara y volvió a la cama. Aunque su mente seguía llena de preguntas sin respuesta, por un momento se permitió sumergirse en la serenidad de la noche y en el recuerdo de la hermosa imagen de Kaithyn que había capturado.

Mientras tanto, en de Kaithyn , Kaithyn seguía luchando por encontrar el sueño, sin darse cuenta de que su vecino estaba observándola desde la oscuridad de la noche.

Y así, entre susurros de la brisa nocturna y el suave resplandor de la luna, dos jóvenes enemigos, sin saberlo, compartían un momento de intimidad y conexión, unidos por un hilo invisible de destino que los llevaría a enfrentar juntos los desafíos que el futuro les deparaba.

Con el pasar de las horas, el cansancio finalmente comenzó a hacer que los cuerpos de Kaithyn y Jeireth se apaguen. A pesar de sus pensamientos inquietos y la intriga que los mantenía despiertos, el agotamiento gradual los envolvió como una manta reconfortante.

En la quietud de la noche, sus mentes inquietas finalmente cedieron ante la fatiga acumulada. Los párpados pesados se cerraron lentamente, y los pensamientos se desvanecieron en la oscuridad.

Kaithyn, acurrucada en su cama, se sumergió en un sueño profundo y reparador, liberada temporalmente de las preocupaciones que la habían atormentado durante la noche.

En la casa vecina, Jeireth se dejó llevar por el sopor reconfortante, permitiendo que la paz de la noche lo envolviera. Las tensiones del día se desvanecieron mientras su mente se sumergía en un tranquilo sentir.

Así, ambos jóvenes, enemigos por circunstancias del destino, encontraron consuelo en el sueño, dejando atrás las preocupaciones y las preguntas sin respuesta. Por unas horas, el mundo exterior se desvaneció, dejándolos en un estado de calma y serenidad.

Y en la tranquilidad de la noche, mientras los sueños los transportaban a mundos desconocidos, los destinos de Kaithyn y Jeireth seguían entrelazándose, tejiendo una historia aún por descubrir.