Kaithyn entró en casa y cerró la puerta tras de sí, dejando escapar un suspiro de alivio. El día había sido largo y agotador, pero al menos había terminado. Bengy, el hermano mayor de Jeireth, la había traído a casa, y aunque su presencia era un recordatorio constante de su vecino, él había sido amable y educado.Mientras esperaba a que su madre regresara del día de relajación en el spa con Maily, Kaithyn decidió aprovechar el tiempo para avanzar en sus tareas. Se dirigió a su habitación, sacó sus libros y se sumergió en sus estudios, intentando distraerse de los pensamientos que la atormentaban.
Después de un rato, decidió que necesitaba hablar con alguien sobre todo lo que estaba pasando. Agarró su teléfono y llamó a su mejor amiga, Rous, por FaceTime. En pocos segundos, la cara sonriente de Rous apareció en la pantalla.
—¡Kaithyn! ¿Qué tal todo? —preguntó Rous con entusiasmo.
Kaithyn sonrió, sintiendo un alivio inmediato al ver a su amiga. —Hola, Rous. Necesito ponerte al día con todo lo que ha estado pasando. Ha sido una locura.
Rous levantó una ceja, intrigada. —Cuenta, cuenta. Estoy toda oídos.
Kaithyn se acomodó en su cama y comenzó a relatar los eventos de las últimas semanas. Le habló de su llegada a la nueva escuela, de Jeireth y su actitud arrogante, de los rumores que se habían esparcido y de su plan para vengarse de él. También mencionó la sorpresa de haber sido nombrada su tutora y el inesperado encuentro con Bengy.
—Y hoy, cuando regresé a casa, Bengy fue quien me trajo. Es muy diferente a Jeireth, mucho más amable —concluyó Kaithyn.
Rous se quedó pensativa por un momento antes de responder. —Wow, Kaithyn. Eso suena como algo sacado de una novela. Pero, ¿realmente quieres seguir con tu plan de venganza? Parece que te estás acercando a ellos más de lo que pensabas.
Kaithyn suspiró, mirando a su amiga a través de la pantalla. —Lo sé, Rous. A veces dudo de lo que estoy haciendo, especialmente porque la familia White ha sido muy amable conmigo. Pero Jeireth... él me ha hecho pasar por tanto, y no puedo simplemente dejarlo pasar.
Rous asintió, comprensiva. —Entiendo, Kaithyn. Solo asegúrate de que no te hagas más daño a ti misma en el proceso. A veces, la venganza no vale la pena.
Kaithyn asintió lentamente, sabiendo que Rous tenía razón. —Gracias, Rous. Necesitaba hablar con alguien sobre esto.
—Para eso están las amigas —respondió Rous con una sonrisa cálida. —Ahora, ¿quieres que te ayude con alguna tarea? Estoy aquí para lo que necesites.
Kaithyn se sintió agradecida por tener una amiga como Rous. —Gracias, eso sería genial. Tengo algunas cosas que me están dando dolores de cabeza.
Las dos amigas pasaron el siguiente rato hablando y riendo, compartiendo historias y ayudándose con las tareas escolares. A medida que avanzaba la tarde, Kaithyn se sintió más ligera y menos agobiada por sus problemas.
Finalmente, escuchó la puerta principal abrirse y los pasos de su madre entrando en la casa. Se despidió de Rous, agradeciéndole por su apoyo, y bajó las escaleras para saludar a su madre.
—Hola, mamá. ¿Cómo fue tu día en el spa? —preguntó Kaithyn, abrazándola.
Su madre sonrió, visiblemente relajada. —Fue maravilloso, cariño. Maily es una persona encantadora. ¿Cómo te fue a ti?
Kaithyn sonrió, sintiéndose un poco más optimista sobre el futuro. —Fue un día largo, pero estoy bien. Gracias por preguntar.
Mientras Kaithyn se preparaba para relajarse en casa, Jeireth se encontraba en una situación completamente diferente. Esa noche, él y su novia, Emmy, celebraban su aniversario en un restaurante elegante. A pesar de la ocasión especial, Jeireth no podía evitar sentirse fuera de lugar.
Sentado a la mesa, Jeireth miraba a Emmy mientras ella hablaba animadamente sobre sus planes para el verano. Su mente, sin embargo, vagaba lejos de la conversación. Pensaba en Kaithyn y en los últimos eventos que los habían involucrado. La imagen de ella mirando al cielo por la ventana, capturada en su cámara, seguía rondando su mente.
—¿Jeireth? —La voz de Emmy lo sacó de sus pensamientos. Ella lo miraba con una ceja levantada, esperando una respuesta.
—Lo siento, ¿qué decías? —Jeireth forzó una sonrisa, tratando de centrarse en el momento.
Emmy suspiró, visiblemente molesta. —Decía que deberíamos ir a la playa este verano. ¿Te parece bien?
—Sí, claro. Suena genial —respondió automáticamente, aunque su entusiasmo no era genuino.
Emmy frunció el ceño, sintiendo la distancia entre ellos. —¿Estás bien? Pareces distraído.
Jeireth vaciló antes de responder. —Sí, estoy bien. Solo tengo muchas cosas en la cabeza.
La cena continuó en un ambiente incómodo. Jeireth intentó participar en la conversación, pero sus pensamientos seguían volviendo a Kaithyn. No entendía por qué ella ocupaba tanto espacio en su mente. Quizás era la mezcla de curiosidad y culpa por los rumores que había ayudado a propagar, o tal vez había algo más profundo que aún no comprendía.
Finalmente, la cena llegó a su fin. Emmy parecía decepcionada, pero no dijo nada mientras salían del restaurante.
—Te llevo a casa —dijo Jeireth, abriendo la puerta del coche para ella.
El camino de regreso fue silencioso. Emmy miraba por la ventana, claramente afectada por la falta de atención de Jeireth. Él, por su parte, se sentía culpable pero incapaz de cambiar su estado de ánimo.
Al llegar a la casa de Emmy, ella se volvió hacia él, con una expresión seria.
—Jeireth, necesito saber si todavía estás comprometido con esta relación. Esta noche has estado en otro mundo, y no puedo seguir así —dijo con firmeza.
Jeireth suspiró, sintiendo el peso de sus palabras. —Lo siento, Emmy. De verdad, lo siento. Prometo que trataré de mejorar.
Emmy asintió lentamente, aunque no parecía convencida. —Espero que así sea. Buenas noches.
—Buenas noches —respondió Jeireth, viéndola entrar en su casa antes de alejarse.
Condujo de regreso a su casa, su mente aún llena de pensamientos contradictorios. Al llegar, se dirigió a su habitación, esperando encontrar algo de claridad en la soledad de la noche.
Pero, mientras se tumbaba en la cama, su mente seguía volviendo a Kaithyn. Había algo en ella que lo intrigaba, algo que lo hacía cuestionar todo lo que pensaba sobre ella y sobre sí mismo.
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2 Corazones en conflicto
Romance2 Corazones en Conflicto sigue la historia de Kaithyn Moore, una chica de 17 años que se muda a la ciudad de Rush y se encuentra con su arrogante vecino, Jeireth White. A pesar de su actitud altanera, ambos empiezan a interactuar debido a sus circu...