Después de que Jeireth se fue, Kaithyn se retiró a su habitación, pero no pasó mucho tiempo sola. Su madre, siempre perceptiva, notó la expresión pensativa en el rostro de su hija y decidió intervenir.—Kaithyn, ¿puedo hablar contigo un momento? —preguntó su madre desde el umbral de la puerta.
Kaithyn asintió, invitándola a entrar. —Claro, mamá. ¿Qué pasa?
La señora Moore se sentó en el borde de la cama y la miró con una sonrisa curiosa. —Estaba observando a Jeireth mientras estudiaban. Parece un buen chico, ¿no crees?
Kaithyn sintió una oleada de incomodidad ante la dirección de la conversación. —Sí, supongo que sí. Es... distinto a lo que pensaba.
Su madre la miró con una expresión sabia y un toque de picardía. —¿Te gusta, Kaithyn?
Kaithyn se sonrojó y negó con vehemencia. —¡No! Mamá, no es eso. Jeireth es solo un chico que necesita ayuda con sus estudios. Estoy haciendo mi trabajo como tutora, nada más.
La señora Moore levantó una ceja, claramente no convencida. —Hmmm, no sé. He visto cómo lo miras y cómo hablas de él. Tal vez hay más que solo ayudarlo con los estudios.
—Mamá, en serio, no es eso. Jeireth solo está siendo amable porque necesita ayuda. No significa nada más —insistió Kaithyn, cruzando los brazos y tratando de sonar firme.
Su madre la miró con una sonrisa comprensiva. —Está bien, cariño. Solo quería saber. Pero recuerda, a veces las personas pueden sorprendernos y mostrarnos lados de ellos que no esperábamos.
Kaithyn suspiró, sintiéndose un poco frustrada pero también tocada por la preocupación de su madre. —Lo sé, mamá. Pero ahora mismo, solo quiero concentrarme en ayudarlo a mejorar sus calificaciones. No hay nada más.
La señora Moore se levantó y le dio un beso en la frente. —Está bien, cariño. Solo asegúrate de ser honesta contigo misma. Siempre estaré aquí si necesitas hablar.
Kaithyn sonrió y asintió. —Gracias, mamá.
Cuando su madre salió de la habitación, Kaithyn se recostó en su cama, mirando el techo. A pesar de sus protestas, no podía negar que había algo en Jeireth que la intrigaba. Quizás su madre tenía razón y había más de lo que quería admitir.
Con esos pensamientos en mente, Kaithyn decidió concentrarse en su tarea y dejó de lado sus emociones confusas. No podía permitirse distraerse, especialmente cuando tenía un plan que seguir. Pero, mientras trataba de enfocarse, no podía evitar preguntarse si estaba haciendo lo correcto.
Solo el tiempo diría cómo se desarrollarían las cosas entre ella y Jeireth. Por ahora, tendría que seguir adelante con cautela y mantener sus sentimientos bajo control, o al menos intentarlo.
Más tarde mientras Kaithyn reflexionaba sobre la conversación con su madre, fue interrumpida por la voz emocionada de su padre desde el pasillo.
—¡Kaithyn, te tengo una sorpresa!
Intrigada, Kaithyn se levantó de la cama y salió de su habitación para ver de qué se trataba. En el pasillo, encontró a su padre sosteniendo varias boletas entre sus manos, con una sonrisa radiante en el rostro.
—¿Qué pasa, papá? ¿Qué tienes ahí? —preguntó Kaithyn, curiosa.
Su padre le ofreció las boletas con entusiasmo. —¡Mira lo que conseguí! ¡Cuatro boletas para el concierto de Zoe Wees este fin de semana!
Kaithyn miró las boletas con asombro. Zoe Wees era una de sus artistas favoritas, y había estado deseando ir a uno de sus conciertos desde hacía mucho tiempo.
—¡Wow, eso es increíble! —exclamó Kaithyn, emocionada.
Pero luego se detuvo al contar las boletas. —Pero papá, solo somos tres. ¿Por qué compraste cuatro?
Su padre le lanzó una mirada traviesa. —Ah, eso es porque pensé en invitar a alguien más. Alguien que nos ayudó con las compras el otro día y que es un buen muchacho.
Kaithyn frunció el ceño, sintiéndose un poco incómoda. No estaba segura de qué pensar de la idea de invitar a Jeireth al concierto.
—Papá, ¿estás seguro de que queremos llevar a Jeireth con nosotros? No sé si es una buena idea —murmuró para sí misma, sin estar del todo convencida.
Pero su padre parecía decidido. —Claro que sí, cariño. Jeireth es un buen chico, y sería una buena manera de agradecerle por su ayuda.
Kaithyn suspiró resignada, sabiendo que no podría convencer a su padre de lo contrario. —Está bien, papá. Si tú crees que es lo correcto, entonces lo haremos.
Su padre sonrió satisfecho y le dio una palmadita en el hombro. —Así me gusta, Kaithyn. Será divertido. Ahora ve y guarda estas boletas en un lugar seguro. No queremos perderlas antes del concierto.
Kaithyn asintió y tomó las boletas, sintiendo un nudo en el estómago mientras se dirigía de regreso a su habitación. No estaba segura de cómo se desarrollaría la noche del concierto con Jeireth, pero estaba decidida a hacer lo mejor que pudiera para que todos disfrutaran de la experiencia.
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2 Corazones en conflicto
Romance2 Corazones en Conflicto sigue la historia de Kaithyn Moore, una chica de 17 años que se muda a la ciudad de Rush y se encuentra con su arrogante vecino, Jeireth White. A pesar de su actitud altanera, ambos empiezan a interactuar debido a sus circu...