Dos semanas pasaron y los rumores sobre Kaithyn parecían haberse desvanecido en el aire. Ella había mantenido su compostura y su tranquila fachada, mientras secretamente continuaba tramando su plan de venganza contra Jeireth.En un día normal en la escuela, el director Roberth junto a la maestra Lizbeth, la titular de Jeireth, citaron al chico a su despacho. Las calificaciones de Jeireth habían bajado considerablemente, lo que era motivo de preocupación para el personal escolar.
—Jeireth, tus calificaciones han disminuido drásticamente en las últimas semanas —dijo el director Roberth, mirándolo seriamente—. Esto es inaceptable, especialmente considerando tu historial académico.
Jeireth asintió, sintiéndose incómodo por estar en esa situación. —Lo siento, señor director. He tenido algunos problemas últimamente.
La maestra Lizbeth intervino. —He estado observando tu desempeño en clase y creo que necesitas ayuda extra para ponerte al día. Es por eso que hemos decidido asignarte a una estudiante que te asistirá en tus estudios.
Jeireth frunció el ceño, preguntándose quién podría ser esa estudiante y si realmente quería aceptar su ayuda. Sin embargo, la maestra Lizbeth continuó antes de que pudiera expresar su opinión.
—La estudiante en cuestión es Kaithyn Moore. Ella es una de nuestras mejores alumnas y creemos que puede brindarte la ayuda que necesitas para mejorar tus calificaciones.
Jeireth se sorprendió al escuchar el nombre de Kaithyn. No esperaba que fuera ella la que le ofrecieran para ayudarlo, especialmente después de todo lo que había sucedido entre ellos.
—¿Kaithyn? —dijo, con incredulidad en su voz—. ¿Están seguros de que ella querrá ayudarme?
El director Roberth asintió con seriedad. —Ella ha mostrado un compromiso excepcional con sus estudios y creemos que puede ser una influencia positiva para ti, Jeireth. ¿Aceptarás su ayuda?
Jeireth vaciló por un momento, sintiéndose incómodo con la idea de aceptar la ayuda de Kaithyn. Sin embargo, sabía que necesitaba mejorar sus calificaciones y que esta podría ser su única oportunidad de hacerlo.
—Sí, señor director. Aceptaré su ayuda —dijo finalmente, con determinación en su voz.
El director Roberth y la maestra Lizbeth asintieron con aprobación. —Excelente, Jeireth. Te pondremos en contacto con Kaithyn para que puedan comenzar cuanto antes.
Jeireth salió del despacho del director y se topó con Kaithyn en el pasillo. Se detuvo frente a ella, decidido a establecer algunas reglas antes de comenzar cualquier tipo de colaboración.
—Kaithyn, antes de que comencemos, hay algunas reglas que necesito establecer —dijo Jeireth, con seriedad en su voz.
Kaithyn lo miró con determinación, lista para responder. Pero cuando Jeireth comenzó a enumerar una serie de reglas restrictivas, ella interrumpió con firmeza.
—Espera un momento, Jeireth —dijo Kaithyn, levantando una mano para detenerlo—. Aquí la que pone las reglas soy yo, ¿está claro? Soy tu titular, así que yo soy la que tiene el mando.
Jeireth se quedó sorprendido por la respuesta de Kaithyn, pero luego asintió lentamente, reconociendo su autoridad. Sin embargo, no pudo evitar agregar una petición al final.
—Está bien, Kaithyn. Entiendo. ¿Pero me podrías dar tu número? —preguntó, con una expresión inocente en su rostro—. Solo para las clases, por supuesto.
Kaithyn se quedó sorprendida por la solicitud, pero luego sonrió con sarcasmo.
—No hagas ilusiones, Jeireth. Solo te lo daré para asuntos relacionados con las clases —respondió, con un destello travieso en sus ojos.
Jeireth aceptó la respuesta de Kaithyn con una sonrisa, sabiendo que tendría que jugar según sus reglas si quería tener éxito en su colaboración. Aunque inicialmente había sido incomodo aceptar la ayuda de Kaithyn, ahora se preguntaba si esta asociación podría llevarlos a lugares que nunca habían imaginado.
Al sonar el timbre, Kaithyn se despidió de Jeireth y se apresuró hacia la parada de autobús. Mientras esperaba, su mente estaba llena de pensamientos sobre su próxima venganza contra Jeireth. Sabía que no podía dejar pasar la oportunidad de hacerle pagar por los rumores que había esparcido sobre ella.
Al llegar a casa, Kaithyn se quedó sola en su habitación, sumida en sus pensamientos. Miró fijamente la puerta cerrada, sintiendo una mezcla de determinación y nerviosismo. Este era el momento de actuar, de hacerle saber a Jeireth que no podía jugar con ella impunemente.
Con una sonrisa maliciosa en los labios, Kaithyn murmuró para sí misma: "Que empiece la venganza..." Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a hacer lo que fuera necesario para hacerle pagar a Jeireth por sus acciones.
Con eso en mente, comenzó a trazar meticulosamente su plan, asegurándose de que cada detalle estuviera en su lugar. Estaba lista para enfrentarse a Jeireth y demostrarle que no podía salirse con la suya con ella.
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2 Corazones en conflicto
Romantizm2 Corazones en Conflicto sigue la historia de Kaithyn Moore, una chica de 17 años que se muda a la ciudad de Rush y se encuentra con su arrogante vecino, Jeireth White. A pesar de su actitud altanera, ambos empiezan a interactuar debido a sus circu...