3. Momentos incómodos
La habitación estaba completamente en silencio, ninguno de nosotros hablaba. Alex miraba preocupado a Blake quien tenía un trozo carne cruda en el ojo. Harper hablaba o más bien gritaba con mi abuela, quien al parecer era la directora de esta prisión, sobre su incidente de hace un rato.
Yo sólo miraba —tratando de aguantar la carcajada— el ojo rojo, morado, verde y azul de Blake.
—Siendo sincero, pensaba que un tacón te dejaba peor —dijo Alex viendo el moretón de Blake.
—Sólo espera, con el pasar de los días se pone peor —murmuré poniéndome al lado de Alex.
—¿Te han golpeado alguna vez? —preguntó Alex notablemente sorprendido.
—Nunca nadie se ha atrevido pero tengo antecedentes por mal uso de un puntero —me encogí de hombros notando como el ojo de Blake palpitaba. Eso no era normal.
—Adivinen quien debe limpiar los salones después de clase —dijo Harper entrando por la puerta de la enfermería.
—Uh uh, déjame adivinar —dijo Alex emocionado— ¿Es alguien del internado? No no no, es Blake... No no no, Savannah, respuesta definitiva.
Qué zopenco.
—Aún no entiendo porque comenzó la "pelea"
—Todo fue culpa del muñequito este —apuntó a Blake
—¡No es-CARAJO MI OJO-cierto! —se defendió el herido
—Si no hubieras insultado mi vestido estaríamos en otra situación ahora —Harper se cruzó de brazos, conocía lo suficiente ese movimiento como para saber que lo hacía para no golpear a Blake en ese instante— No es como si tu cabello fuera muy lindo —murmuró
—Atrévete a repetirlo —demandó Blake
—Es grasoso, pajoso y desa...
—Si no lo escucho no es cierto, si no lo escucho no es cierto ¡Si no lo escucho no es cierto!
—Vámonos de aquí —murmuró Alex en mi oído.
Ambos salimos de la enfermería mientras los dos castaños comenzaban otra pelea. Debíamos estar en matemáticas pero gracias al "accidente" de Blake, nos la pudimos saltar. Caminamos al campus hasta sentarnos bajo un árbol. La mañana aún estaba fría pero ambos estábamos con suéter y bufanda.
—Entonces... ¿Savannah? —asentí— Cuéntame sobre ti.
—Bien... Tengo diecisiete años y pronto cumpliré los dieciocho, nací y crecí en Cambridge, Massachusetts. Sólo he estado dos veces en prisión y soy rubia natural.
—¿Sólo dos? — preguntó, asentí— Blake ha estado más de tres veces y en la mayoría me ha hecho pagar su fianza
—Vaya, los Thompson tienen historia —me crucé de piernas— Cuéntame, ¿quién es Alexander Thompson?
—Nací en Boston. Tengo diecisiete años y los cumplí hace dos meses. Tengo una hermana menor que también estudia aquí. Soy heterosexual y nunca he dudado de ello. Además, vuelve a llamarme Alexander y mañana dormirás con los peces.
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Twins©
Teen FictionSavannah es un caso perdido para sus padres, maestros y todos sus niñeros. Por esa razón, sus padres decidieron enviarla al internado con mejor seguridad y más estricto del estado. Laurent Élite Massachusetts. Modales, etiqueta y un montón de niñas...