7. ¿Thompson, estás celoso?
—¿Eres virgen? —preguntó Abby con toda normalidad. Mi expresión debió ser graciosa ya que Harper y Abby comenzaron a reír como focas retrasadas. No era porque tuviese vergüenza de decir que era virgen, era porque tenía vergüenza de decir que no lo era.
No me avergonzaba haber perdido mi virginidad a los quince, me avergonzaba de como había sido.
—No tengo porque responder eso —me crucé de brazos y miré hacia otro lado para evitar mi sonrojo.
—¡Claro que sí! —dijeron ambas al unisonó— Tú misma fuiste la que dijo y lo cito —Harper se aclaró la garganta— ¡Juguemos verdad o reto soy excelente para ese juego! —me imitó.
Maldita Millar y su habilidad para imitar malditamente bien.
—No, no lo soy —respondí mirando mis zapatos sintiendo como mis mejillas ardían.
Bien creo que les debo una explicación. Yo no pienso que la virginidad sea el tesoro más grande de una mujer ni nada de esa cursilería, tampoco soy una chica que le da su virginidad al primer idiota con grandes músculos y actitud arrogante.
Sólo pienso que la virginidad es algo que marca nuestra adolescencia y nuestra vida, tanto como nuestro primer beso o nuestra primera palabra. Es importante perderla con alguien especial para nosotros. A pesar de eso, yo la perdí la primera vez que me emborraché, con un chico un tres años menor que me la metió tres veces y llegó al orgasmo.
Linda anécdota, ¿no?
—Abby ¿verdad o reto? —pregunté tratando de salir del momento de incomodidad.
—Reto —escogió, sonriendo como si fuera la chica más lista del internado.
Tarada.
[...]
—¡Lista! —grité colocando la cámara de mi teléfono— ¡Ahora!
Entonces apareció Abby en skate lanzando preservativos de su brasear a cada chico que veía, gritando —¡POR UN MUNDO SIN MOCOSOS INDESEADOS!
—¿Dónde conseguiste los condones? —pregunté Harper mientras guardaba su teléfono.
—Larga historia, te la cuento luego —ambas caminamos hasta la habitación con Abby detrás quien sacaba algunos condones de su brasear, aún —¿Se quedan a hacer los deberes de historia en mi habitación?
—Claro —respondió Harper mientras que Abby decía "¿había tarea de historia?"
—Hey, nunca me contaste la historia de Alex —le dije a Abby mientras entrabamos a mi habitación, llevándome una sorpresa al encontrar a dos castaños en mi cama— Bien, que Harper se sepa mi clave es raro, que Abby se la sepa es psicópata, pero que ustedes se la sepan, ¡Esto es brujería!
—Yo esperaba al menos un hola, señorita "estoy demasiado ocupada siendo genial que no tengo tiempo para mis dos mejores amigos" —dijo Travis acercándose y abrazándome, levantándome del suelo por unos segundos.
—Hola zopenco —lo apretujé más hacia mí y separándome luego de eso— ¿Y tú no saludas? —me crucé de brazos mirando a Lucas.
—Ciento treinta mensajes de texto, cincuenta llamadas y cuatrocientos doce mensajes en instagram —dijo mostrando su teléfono— ¿Por qué no contestas zoqueta?
—Es una larga historia pero antes —me lancé hacia él, enredando mis piernas en su cintura.
—¿Por qué tienes un condón en tu cabello? —preguntó bajándome de su cintura
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Twins©
Teen FictionSavannah es un caso perdido para sus padres, maestros y todos sus niñeros. Por esa razón, sus padres decidieron enviarla al internado con mejor seguridad y más estricto del estado. Laurent Élite Massachusetts. Modales, etiqueta y un montón de niñas...