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32. Porque la amo, Alex

32. Porque la amo, Alex

Punto de vista de Blake.

Detrás de un árbol, cuando todos se besaban y la noche era lo suficientemente oscura, yo estaba viendo en primer plano como Savannah besaba a Peter. Lo peor de todo es que lo besaba como jamás me besó a mi.

Tal vez yo estaba cometiendo un error, tal vez debía dejarlos en paz, tal vez Peter si era la persona indicada para ella, pero eso no me impedía seguir enamorado de la rubia.

Alex tuvo la oportunidad de estar con ella, lo arruinó. Peter siempre ha estado al lado de ella, era predecible que tarde o temprano acabarán juntos. Pero yo, yo he sido el único que jamás ha tenido la oportunidad de demostrarle a Savannah cuanto me importa.

[...]

—Hermano, te he conseguido la mejor cita de tu puñetera vida —dijo Alex entrando a mi habitación. Bufé, era la tercera vez que decía eso— Tienes en bandeja de plata a la preciosa Fernanda García.

—Ni siquiera lo intentes, Alex —interrumpí— Si quieres intentalo tú, yo no quiero ninguna maldita cita.

Terminé de empacar y cerré mi maleta. El internado nos había dado tres días para pasar en casa y después volver el veinticuatro de diciembre, para pasar noche buena aquí.

—Vamos Blake, superala de una vez.

—Lo dices como si fuera fácil —respondí.

—Es fácil. Hermano, yo también me caí por esa chica, demonios, la caí como un idiota por ella, pero no funcionó, yo lo arruiné porque no fui lo suficientemente valiente para concentrarme solo en ella, pero seguí adelante...

—¡Pero yo no puedo! ¡No puedo seguir adelante porque la amo, Alex! ¡Porque no soy lo suficientemente valiente para dejarla ir! —exploté mientras me lanzaba a mi cama— Me enamoré Alex, es la primera vez que lo hago y duele como la mierda.

—¿La amas?

Asentí —Nunca se lo dije y ya es muy tarde. Harper dijo que se puso de novia con Peter durante el campamento.

—Hermano, eso es basura —sentenció.

—¿Qué?

—¡Si estás tan enamorado ve a buscarla! —exclamó— Si sientes que vale la pena ve tras ella. Blake, nadie merece más a esa chica que tú. Desde el primer día que llegó aquí la has defendido como nadie y yo he sido testigo de eso. Quizás tus formas no siempre han sido las mejores pero has hecho lo mejor que has podido, hermano. Y si te quedas aquí, lamentandote por nunca haberle dicho lo que sentías, entonces eres más idiota que yo.

Me levanté de la cama, completamente convencido y estaba a punto de salir de la habitación cuando noté algo. Me devolví y abracé a mi hermano.

—Gracias.

—Nena —murmuró llevándose un golpe en el hombro, reímos y avancé hasta la puerta— Blake.

—¿Qué?

—No te rindas, si hay algo que les gusta a las chicas es que luchen por ellas.