Twins©

22. Los problemas recién empiezan.

22. Los problemas recién empiezan

—¡Demonios, que estoy bien! —grité a Peter mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.

Si, súper bien.

—Savannah...

—No digas nada, Peter, él se lo pierde —dije con el orgullo por los suelos, limpie las malditas lágrimas y me levanté de la cama— Pero esta es la última vez.

¿Recuerdan la pelea? ¿Esa donde estuvieron involucrados los dos gemelos y mi compañero de habitación? Bueno, resultó ser que todo había comenzado porque Peter había encontrado a Alex compartiendo babas con Lily en el salón de música. Peter empujó a Alex y este en vez de devolverle el empujón, le dio un puñetazo. 

¿Cómo Blake entró a la pelea? Ni la menor idea, tampoco me importaba. No quería saber nada relacionado al apellido Thompson hasta nuevo aviso. 

—Me alegra escuchar eso —me felicitó Peter posando una mano en mi espalda. 

—Ahora, es sábado. Tenemos el resto de la noche para disfrutar y tenemos algo planeado para ti —me animó el rubio— ¿Has escuchado hablar de Cave's?

Mierda.

[...]

Estábamos nuevamente en el auto desconocido no tan desconocido ya que tiempo después averiguamos que era de la maestra Dominé. 

Pensándolo mejor ¿POR QUÉ FUIMOS EN ESO?

—Chicos no estoy segura —murmuré deteniendo mi paso, todos mis amigos se giraron a verme confundidos. Estaban casi todos, Harper, Travis, Lucas, Peter, Gabriella y Abby.

¿Cuándo fue que me hice tan social?

Antes ni a mi perro le gustaba acercarse a mi.

—Vamos, rubia. Esta es la mejor solución para olvidar tus problemas —me animó Lucas, colocando ambas manos en mis hombros y empujándome hacia la entrada del local. 

Claro, un club nocturno y miles de cervezas me harían olvidar que Alex se metió con Lily, días después de prometer que cambiaría. Aunque con intentar no perdía nada. Suspiré, asenti y todos aplaudieron, malditos alcohólicos.

Harper y Abby se pusieron a mi lado y me arrastraron hasta el local. Gabriella habló con el hombre de la entrada y él nos dejó pasar. Típico, tener esa amiga que tiene contactos en todos lados, mala influencia.

—¡Savannah tienes que ver esto! —me gritó Travis tomando mi mano y arrastrandome a un lugar del local.

Había mucha gente amontonada en un espacio, rodeando algo, Travis se abrió pasó entre ellos y cuando estuve al frente noté un gran toro mecánico, con Peter arriba de él. Sorpresivamente, aguantaba bastante.

Hasta qué cayó de boca. Diablos, reírse estaba tan mal pero era inevitable.

—¿Te causa risa? —preguntó Peter con una sonrisa maliciosa en su rostro mientras se levantaba de la colchoneta— Veamos cuando duras tú.

Dicho esto, me empujó al centro donde dos gigantes me subieron al toro. Desgraciados uno me había apretado el trasero. El público hizo una cuenta regresiva del tres al uno y el toro comenzó a moverse. Desde arriba pude ver a todos mis amigos animándome y riendo.

—¡TE MATARE PETER BASSETT! —grité cuando el toro comenzó a moverse más rápido, era más difícil de lo que creía.

Me sujeté más fuerte de la soga que me mantenía arriba mientras sentía como de apoco me iba resbalando del asiento. Me volví a acomodar una última vez antes de desconcentrarme.

—¡Savannah! —escuché la voz de Alex o Blake en algún lugar del club.

Cerré mis ojos y lo ignoré, mala idea ya que en tres segundos ya estaba en el suelo.

—¡Eres asombrosa! —me gritó Peter ayudando a levantarme, se acercó más a mi y me susurró en el oído— Tú ignóralo, en cuanto encontremos a Lucas nos vamos. 

Asentí. Peter se separó de mi y de inmediato, Alex llegó a mi lado. Sus ojos estaban rojos pero dudaba que fuera por llanto, más bien, creo que alguien en el local tenia drogas.

—Hazte a un lado —murmuré empujando al gemelo y yendo a abrazar a mis amigos. Después de todo, esta noche era para huir de todo el drama— Quiero una cerveza.

—Ten —me dijo Travis dándome una botella pequeña— Con responsabilidad, Savannah, no quiero llevarte borracha a Boston. 

—Relaja las nalgas, yo nunca tomo demás —contesté dando un sorbo a la bebida.

—¿Qué hay del día en el que terminamos en medio de la carretera? —se cruzó de brazos.

—Oh, pues, ¡Mira, un pingüino! —grité apuntando detrás de el.

—No caeré en es...

—¡Está volando!

—¡LO SABÍA! —gritó volteando, momento que aproveché para escapar.

Crédulo.

[...]

La música sonaba demasiado fuerte, How Deep Is Your Love se escuchaba en todo el club. Había pasado toda la noche bailando y tomando junto con Peter y Lucas. Travis y Harper se habían ido hace media hora, preferí no saber a que. Abby se había conseguido a un chico y suponía que estaban haciendo cochinadas en el auto.

No había visto más a Alex durante la noche, supuse que se había encontrado una chica y se había ido de aquí. Fue para mejor, creo.

—Princesa, estoy cansado —murmuró Lucas cargándose en mi hombro.

—No me digas así y aguanta un poco, quiero bailar un poco más —contesté moviendo sus manos al ritmo de la música.

Había bastante gente a nuestro alrededor, todos tomados y prácticamente borrachos, por suerte nosotros aún no llegábamos a eso.

Momento ¿Ese es...?

¡NEWTON FLETCHER ANDERSON!

¿Qué hacia mi hermano de trece años en un club de mayores?

Iba avanzar hacia el pero cuando noté que venía con sus amigos y una chica preferí no hacerlo pasar vergüenza, sería una buena hermana y luego lo delataría con mis padres.

Seguí bailando con Lucas hasta que Peter nos interrumpió.

—¡Savannah, toma esto! —gritó dándome un vaso con un líquido azul, divertido color— ¡Te hará olvidar todos los problemas!

—¿Por qué es azul?

—Que se yo, calentamiento global —se encogió de hombros y volvió a bailar con Gabriela. 

Miré nuevamente el vaso en mis manos y lo bebí, fue como una descarga de adrenalina en mi organismo.

—Hey, también quiero —murmuró Lucas quitándome el vaso y bebiendo de él— Demonios, esto está buenísimo.

—¿Sigues cansado?

Después de eso, no logré recordar que sucedió ni como termine en una cama, recargada en pecho desnudo de mi mejor amigo.