Capitulo 3: Funeral.

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Dominique le había informado a la familia de su fallecido esposo sobre la muerte de su hija Darlene. Al siguiente día sin tardar, trasladaron el cuerpo de su hija a Albi Francia,  para ser enterrada allí junto a su padre. Había llegado a la ciudad junto a Wesker quien había insistido en acompañarle y no se pudo negar a aquellos ojos insistentes.

Otra persona que había intentado ir con ellos fue Aleksander. Ella se negó porque ya tenía suficientes problemas con el padre de su ex esposo como para llegar al lugar con el hijo bastardo de la fallecida madre de Théodore.

Entraron a su antigua casa. Siempre le había parecido innecesariamente espaciosa pero su ex esposo decía que mientras más espació hubiera, mejor. Después de la muerte de Théodore ella sintió que esa casa era demasiado grande y ahora sin su hija la veía gigante.

—Arriba a la derecha hay varias habitaciones —Murmuro dejando la pequeña maleta a un lado de la entrada —. Puede tomar la que más le guste. Estaremos aquí solo por este día, mañana regresaremos.

Wesker miro a su alrededor sorprendido. La entrada de la casa era espaciosa, tenía una chimenea y alrededor de está un par de sillones. Camino para ir a las habitaciones que le había dicho la directora para tomar una ducha, pero se freno justo en el primer escalón.

Un destello dorado llamo de su atención, al lado de las escaleras había un arco de madera y al cruzar esté había una enorme vitrina que estaba llena de varios trofeos de distintos tamaños y medallas que brillaban como si les sacarán lustre todos los días, también habían muchos diplomas, reconocimientos y fotografías protegidos por unos cuadros de cristal.

Se acercó más hacia ellos con interés de saber más sobre la familia de la morena. Lo primero que captó su mirada fueron los tres enormes y altos trofeos dorados que más resaltaban en la vitrina. Leyó con lentitud la plaqueta "Primer puesto del campeonato nacional de gimnasia" por el año que tenían escritos, el ojos grises dedujo que los tres pertenecían a la directora.

El pelinegro pensó que había mirado suficiente, así que dió un paso hacia atrás y se giró para retomar su camino, pero la mirada dorada sobre él le hizo detenerse rápidamente.

—Lo siento, lo siento —Se disculpó la directora — Iba hacía la cocina por un poco de agua y lo vi aquí dentro, no quise asustarle.

Miro a Dominique, entrecerró los ojos deduciendo si decía la verdad y al ver en los ojos de la mujer que realmente estaba apenada sonrío.

—Iba a subir cuando note —Con su mano señaló la vitrina — Y quise saber.

Dominique le regalo una leve sonrisa y caminó hasta ponerse frente a la vitrina. Se giró levemente hacia Wesker y le pidió que se acercara con su mano.

—Sabes... —Miro nuevamente hacia la vitrina mirando cada trofeo, medallas, diplomas y fotografías —. Ni mi hija ni yo queríamos que él hiciera ésto —Confesó — Pensabamos que era demasiado ostentoso, que insinuaba más de lo que éramos realmente. Pero él seguía diciendo que no lo hacía para demostrarle algo a los demás, que si quisiera eso hubiera hecho una enorme estatua en la entrada de casa.

—¿Qué edad tenía su hija cuando su marido falleció? — Preguntó con cautela, no quería generarle más dolor a la morena.

—Tenia 12 años —Suspiro —Han pasado 12 años desde que Théodore falleció.

No se giró para mirar a Wesker en toda la explicación, pero la morena sabía que el hombre le estaba escuchando con mucha atención.

—Esta es una de mis fotos favoritas —Le dijo señalando a una pequeña rubia, donde se podía apreciar a la pequeña sentada en el sofá con los brazos cruzados haciendo pucheros — Siempre ha sido difícil decirle que no a un Dipierro.

Eyes For You (Domisker) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora